La placa que recordaba a José Antonio Primo de Rivera en la fachada de la iglesia de Santa María, en Luanco, desapareció en la madrugada del jueves sin que se conozca la hora exacta de la sustracción ni el autor.

El párroco de Luanco, Cipriano Díaz, se dio cuenta de lo ocurrido en la mañana del jueves y se lo comunicó al alcalde, Jorge Suárez, durante la jira a Santa Ana de ese día por la tarde. Sin embargo, el sacerdote ha optado por no denunciar los hechos ante la Guardia Civil. "Alguien ha entrado en una propiedad ajena y se ha llevado algo que no le pertenece", aseguraba ayer. Sin embargo, "no voy a denunciar lo que ha ocurrido en ningún sitio".

El alcalde de Gozón aseguró ayer que respeta la decisión del párroco y recordó que "si ha habido algo, ha ocurrido en una propiedad privada en la que nosotros no tenemos nada que decir", el mismo argumento por el que el Ayuntamiento no retiró la placa en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica, al no tener autoridad sobre el recinto.

La placa de homenaje a José Antonio Primo de Rivera era uno de los dos últimos vestigios del franquismo que aún quedaban en Luanco y su retirada había sido solicitada en varias ocasiones por el grupo de Izquierda Unida, así como la calle dedicada a Marcos Peña Royo. La coalición manifestaba ayer, al enterarse de la desaparición, que "estamos a favor de retirar estos símbolos, pero no de esta manera, sino por la autoridad. Hacerlo a escondidas resta valor a la causa que defiende el honor de las víctimas del franquismo".