Las fiestas del Castillo y La Florida tuvieron este sábado alrededor de las 17.00 horas un gesto de gran emotividad. No solo por acoger la primera regata de chalanos en categoría femenina, sino también por lo que la celebración de esa prueba significaba. La competición estuvo impulsada desde la conclusión del certamen del año pasado por Maige Pulido Paíno, quien no pudo ver la realización de su proyecto al fallecer repentinamente hace tres semanas.

Lejos de caer en el desánimo, su hija, Verónica Rodríguez, que había participado en la regata anterior, entonces de categoría mixta, hizo suya la tarea y los vecinos del lugar se volcaron en conseguir que la competición de este año siguiera adelante. El resultado fue un éxito de asistencia "desbordante", según la propia organización de las fiestas. Las orillas del río Nalón se llenaron de visitantes apiñados para presenciar la prueba femenina, que se vivió con profundo entusiasmo y emoción. Rodríguez y su compañera, Cova Cossío, resultaron vencedoras entre las siete embarcaciones participantes. Al acabar la carrera, todas las regatistas se cogieron de las manos y protagonizaron un momento solemne en recuerdo de la pérdida sufrida. "Era única, ejemplar", recordó Rodríguez cuando pudo hablar a los vecinos y amigos allí reunidos. "Nos ha hecho recapacitar sobre qué es lo importante en la vida y luchar por los sueños que tenemos cada uno", añadió, con gran emoción, para finalizar su alegato. Las muestras de ánimo se sucedieron ininterrumpidamente desde entonces, iniciadas por un acto simbólico de arrojar unas rosas blancas a las aguas del río. "Vinimos a participar por Vero", aseguró Cossío tras finalizar el momento.

Debido a las buenas actuaciones de mujeres en las regatas anteriores, en las que participaban indistintamente junto con los hombres, la separación de modalidades se planteó para que hubiera "mayor participación femenina", así como para animar a más gente a acudir a visitar la zona del Castillo y La Florida. Por lo tanto, el año de la décima regata, ahora masculina, se celebró seguida de la primera femenina. La preparación física para encarar el encuentro sirvió a la campeona para mucho más que un entrenamiento: "Venía a entrenar día y noche para desahogar", confesó Rodríguez . "Me sentía a gusto". Por el momento, las embarcaciones, compuestas por dos regatistas mujeres, cuentan con un patrón masculino, aunque solo con carácter temporal. Las siete embarcaciones masculinas partieron veinte minutos antes, exhibición en la que resultaron vencedores Miguel Menéndez, Abel Menéndez y Tomás Martínez. A continuación, se puso en marcha la siguiente modalidad, con el resultado ya mencionado. Para concluir estos eventos vespertinos, se dio paso a la tradicional cucaña, en la que varios niños y jóvenes hicieron cola a la espera de su turno y optar así a atrapar la bandera al final del tronco ensebado. El premio era un jamón para todos aquellos que lograsen completar el desafío. Para recogerlo, hubo que esperar a la celebración de la gran verbena a las 23.00 horas, amenizada por los grupos "Biorritmos" y "Luna llena", donde se procedió a la entrega de premios: una cuantía de 200 euros para el primer puesto, 120 para el segundo y 90 para el tercero, con el trofeo correspondiente en cada uno de los casos. El resto de contendientes no se fueron de vacío, sino que recibieron un vale de bollo como premio a su participación.

Las festividades sotobarquenses viven hoy su última jornada con una misa de campaña a las 13.00 horas, seguida de una sesión vermouth. A las 19.30 horas, se procederá al reparto del bollo preñao, y una romería con orquesta pondrá el punto y final a las 20.00 horas.