"Hay ratas como conejos de grandes, salen de los contenedores, junto a la maleza. Hace falta limpieza", indica Fini Álvarez, vecina de La Espina, mientras camina junto al economato de Llaranes. "Ya avisé al Ayuntamiento tres veces y nada, no ponen soluciones para desratizar esta zona y el entorno del río", añade. Carmen Valdés ha visto esos aguarones desde la venta de su casa. "Los veo salir del contenedor y son como conejos", apostilla.
Ramón Fernández afirma que el principal espacio ocupado por los roedores está en el río La Toba. "Se comen a los patos más pequeños, un día ves a una pata con más de siete piquiñinos y luego, ves menos. Se los comen las ratas, que también saltan a las papeleras a por basura", señala. Eugenio Guardado corrobora la versión de Fernández y también pide soluciones.
Ana María González, que camina deprisa porque va a trabajar, también está harta de ver pasar aguarones a sus anchas por la calle Martinete. "Tengo visto aguarones en la cancha del parque; por favor que el Ayuntamiento haga algo, que hay niños", concluye Manuel Martínez.