La Policía Local de Avilés detuvo ayer a tres jóvenes por la sustracción de cable de cobre del alumbrado público en el barrio avilesino de La Carriona. Los agentes localizaron a los supuestos ladrones en el entorno de la calle Navarra y prácticamente con las manos en la masa. Estaban escondidos entre la maleza y equipados con un hacha, dos cúter y una manguera de diecisiete metros de cableado. La calle afectada quedó a oscuras.

Según avanzaron ayer fuentes policiales, los tres jóvenes pasarán a lo largo de la próxima semana a disposición judicial. La triple detención se produjo en torno a las cinco y media de la madrugada del sábado. La Guardia Civil detuvo recientemente a otras cuatro personas de Avilés vinculadas también a la sustracción de cobre.

Los agentes avilesinos, además, abrieron diligencias de madrugada a un avilesino de 36 años que se enfrenta a un delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol. El conductor circulaba de manera anómala por la calle José Manuel Pedregal hacia las 4.00 horas de la madrugada del viernes al sábado cuando una patrulla de la Policía Local le dio el alto. El avilesino dio positivo en los dos controles de alcoholemia que se le practicaron. En el primero arrojó un resultado de 0,71 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y 0,70 en el segundo, comunicó la Policía Local.

La lista de detenidos se amplió ayer por la tarde por otro delito contra la seguridad vial. En esta ocasión, un joven de 27 años que responde a las iniciales J. V. M. circulaba con su vehículo por la avenida Santa Apolonia sin carné de conducir. La Policía Local le dio el alto en la plaza de la Huerta, en el barrio de Villalegre, tras comprobar que el coche, un Seat Ibiza, tenía caducada la Inspección técnica de vehículos, más conocida como ITV.

Una vez que los agentes identificaron al conductor, comprobaron que también carecía del permiso para conducir. Esa infracción considerada como "muy grave" puede llegar a suponer una sanción administrativa de unos quinientos euros. Si a eso se le suma el hecho de que el turismo carecía de ITV en vigor, la cantidad a desembolsar por el conductor asciende a 200 euros, que se quedan en la mitad si se abonan con pronto pago.