El Centro Asturiano de Madrid organiza una comida anual en la que los miembros del mismo se desplazan hasta Asturias para celebrar el amor que profesan a la región. Son muchos los años que el Centro lleva organizando estas comidas, en sintonía con la longevidad de la agrupación. "De todas las casas regionales españolas dispersas por el mundo, que son muchas, el Centro Asturiano de Madrid es la más antigua. Se fundo el 2 de octubre de 1881", explicó Andrés Menéndez, presidente adjunto de la entidad.

Este año, la colonia asturiana en Madrid eligió Avilés como sede de la reunión estival y aprovechó para conocer mejor la ciudad de la mano de la cronista oficial de Avilés, la historiadora María Josefa Sanz. "Esta idea surge de algo tan importante como es la amistad. Estoy en deuda con el Centro porque me hicieron 'manzana cismontana' hace dos años, por lo que aprovechando su visita y que yo puedo, organizamos un paseo por Avilés", dijo Sanz.

Los socios que asistieron a la ruta disfrutaron del paseo por zonas como el casco antiguo, el parque Ferrera o el barrio de Sabugo. La gran mayoría conocía la ciudad, pero la recordaban muy distinta. "Me mudé a Madrid en 1979 y ahora está muy diferente", contó Javier Menéndez. "Había visitado la ciudad antes y tenía esa imagen del Avilés sucio por la producción de las fábricas; el encanto lo tenía igual, pero era diferente. Ahora es una maravilla pasear por aquí", añadió Pilar Riesco.

Tras el paseo todos los socios que se desplazaron hasta Avilés, más de setenta, disfrutaron de una comida típica asturiana en un conocido restaurante del centro histórico de la villa.