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La costera del bonito cierra por decreto antes que nunca, un drama para la flota

El agotamiento de la cuota manda para casa de forma prematura a los pescadores asturianos

Tinas con bonitos en la rula de Avilés. MARA VILLAMUZA

Lo nunca visto: el bonito del Norte que capturan en el mar Cantábrico y el océano Atlántico los barcos españoles -y entre ellos decenas de lanchas asturianas- dejará de llegar a los mercados antes de que acabe el mes de agosto; más en concreto el próximo sábado día 18, que es la fecha tope que ha puesto la dirección general de Ordenación Pesquera para que los buques de todas las artes dejen de pescar bonitos, limitando su postrera actividad a descargar las capturas que tengan a bordo y hayan sido declaradas electrónicamente antes de las cero horas del citado día.

Nunca en la historia de la pesca asturiana la campaña del bonito había acabado de forma tan abrupta y temprana. Jamás dejó de haber bonitos a la venta en las rulas durante todo el verano. A lo sumo, en 2016 se cerró por decreto la costera el día 27 de septiembre -lo cual ya marcó un hito por lo novedoso de la medida- debido al agotamiento del cupo. El año pasado el cierre se fechó el día 12 de octubre. Anticipar, como va a ocurrir este año, la paralización de la flota bonitera del Cantábrico al 18 de agosto es un drama para los pescadores y tiene unas consecuencias económicas "incalculables", según advierten fuentes del sector.

La razón que lleva a la autoridad pesquera nacional a decretar tan prematuramente el cierre de la pesquería del bonito del Norte (atún blanco) es que las previsiones de consumo de cuota apuntan a que "en cuestión de días" se alcanzará el cien por ciento de las posibilidades pesqueras asignadas a España, "por lo que procede el cierre precautorio" de la campaña, según reza la comunicación que ayer hizo pública la dirección general de Ordenación Pesquera y que corrió como la pólvora por los puertos asturianos sembrándolos de indignación.

Según los datos oficiales de desembarques de bonito en los puertos cantábricos -con los del País Vasco a la cabeza por cantidad- hasta hace una semana se había consumido el 76 por ciento de las 15.015 toneladas de cuota que se reparten vascos, cántabros, asturianos, gallegos y canarios. De aquí al día 18, por tanto, apenas van a poder pescarse 2.500 toneladas de bonito para rematar la costera, que hasta la fecha se caracterizó por grandes capturas tempranas y precios a la baja, en línea con la abundancia de producto. Los puertos asturianos de Avilés y Gijón, los únicos que "rulan" bonito, han vendido unas 1.200 toneladas en conjunto.

Los pescadores asturianos se mesan los cabellos con la noticia del tempranero cierre de la costera: en los días finales de agosto deberían realizarse las capturas de los mejores ejemplares de bonito (piezas de 15 y más kilos, los llamados "matreros"); ellos estarán amarrados en tierra y los que camparán a sus anchas por la mar son los arrastreros pelágicos irlandeses y franceses "que esquilman todo a su paso".

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