"De lo que no se puede hablar, mejor es callarse". Así respondió ayer el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, al secretario general de los populares asturianos, Luis Venta, que achaca las deficiencias en las depuradoras de Avilés y Gijón a que los proyectos estaban mal hechos y se redactaron bajo el mandato de gobiernos socialistas. Venta acusó el domingo al secretario de Estado Hugo Morán de "engañar": "Mejor pide disculpas y luego se calla, o por lo menos que no engañe", espetó el popular a través de las páginas de este periódico.

Morán no respondió al PP, lo hizo el Consejero de Infraestructuras: "No pretendo polemizar, pero a cada uno lo suyo. Resulta molesto encontrar la descalificación como argumento ante cualquier iniciativa. Ante eso siempre es conveniente un ejercicio de memoria. El Principado de Asturias firmó con la Administración del Estado un convenio en 2008 para llevar a cabo las actuaciones de saneamiento y depuración en el plan 2007-2015 y de su correcta ejecución depende el cumplimiento de las exigencias europeas y la posibilidad de una sanción por incumplimiento. Si hay que hacer un reproche hágase, pero no al Estado, sino al Gobierno, al responsable de la gestión en cada momento". Lastra pidió evitar "juicios precipitados y poco rigurosos, especialmente sobre actuaciones futuras, como el nuevo plan director de saneamiento y abastecimiento", que se va a empezar a redactar.

"Ahorrémonos el grosero imperativo que nos condena al silencio y que lo impone el indocumentado que pretende sustituir el argumento y el conocimiento por el mero perjuicio ideológico. El impulsivo y soberbio, que se calle, que hoy reclama el vigilante de guardia, aconséjese con más delicadeza: de lo que no se puede hablar, mejor es callarse", concluyó.