Carlos de Castro es el vocalista y uno de los guitarristas de la legendaria banda de heavy rock "Barón Rojo"; de hecho, sigue siendo uno de sus componentes originales (el otro es su hermano Armando). La segunda jornada del Festival "La Mar de Ruido" -este sábado a partir de las 21.00 horas- será en la que los madrileños se subirán al escenario del quiosco del parque del Muelle para repasar su larga vida rockera. De Castro conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.
- Lo primero que hicieron fue "Larga vida al rock and roll". ¿Una premonición?
-Desde luego. Buscábamos eso: una larga vida.
- Ya van por cuatro décadas.
-Casi.
- Y ahí siguen.
-Nos vienen a ver entraditos en años, aunque es cierto que vemos también en los conciertos a gente de las nuevas generaciones. El rock es algo que siempre ha gustado y nos hemos convertido en unos clásicos. Cuando llegas a este punto, el rollo generacional se queda atrás. Y eso es una suerte.
- Empezaron con la "Nueva Ola", pero de ellos quedan los rescoldos, ¿no?
-Tuvimos siempre mucho peso específico. La televisión quemó a muchos grupos de aquellos entonces. La televisión es el elemento inflamador de la música. Nosotros salimos algo, pero no tanto como para quemarnos.
- ¿Qué no puede faltar en un concierto de "Barón Rojo"?
-Tenemos un montón de discos publicados y un repertorio muy amplio, así que es difícil decidirse por una sola canción. En todo caso, no pueden faltar "Los rockeros van al infierno", "Resistiré", "Botas sucias"...
- ¿Cambian de concierto a concierto?
-Hay un tipo de canciones que siempre tienen que ir, pero, como le decía, nuestro repertorio es tan grande que podemos bailar piezas de uno a otro concierto. Sobre todo, al principio y en el medio. Ahí es donde nos movemos más.
- Hace diez años se juntaron los originales de "Barón Rojo". ¿ Se repetirá?
-Es difícil que eso vuelva a suceder: fue desagradable el comportamiento de una de las personas de la antigua formación. Será complicado repetir.
- ¿Siguen componiendo?
-Seguimos componiendo, otra cosa distinta es que podamos grabar canciones nuevas. Es difícil. Tenemos los bocetos, pero preparar nuevos discos es complicado. Hemos tenido mucho baile de componentes en la banda y lleva su tiempo el acoplamiento. Para grabar hay que sacar un poco de tiempo del poco que tenemos. Y luego están las actuaciones, que te cortan el momento. En todo caso, el principal problema es que no sabemos si merece la pena grabar nuevo disco en el estado discográfico en que nos encontramos.
- ¿Los conciertos salvan a los músicos?
-Podría decirse así. Nosotros seguimos por los festivales especializados. La gente pide vernos, gastar su tiempo con nosotros, plantar una tienda... los festivales son una forma de vida. Para los que van y también para nosotros.
- Observo una agenda de conciertos apretada.
-Más que apretada diría "buena"... para los tiempos en que nos movemos. Nada más que para los tiempos en que nos estamos moviendo. Te permite seguir en la escena y eso está muy bien, pero nada más.
