La diputada Lucía Montejo es licenciada en Historia del Arte, profesora y redactora de la proposición no de ley que pide al Principado que reconozca el valor patrimonial del poblado de Llaranes. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.
- ¿Por qué es necesario proteger Llaranes?
-Es un ejemplo de patrimonio industrial de primer orden: el segundo de Asturias y uno de los principales del país. Recoge en sí mismo el diseño de ciudad jardín: la ciudad ideal para los obreros materializada al pie de la propia empresa. Y esta materialización es muy interesante.
- ¿Está protegido?
-Lo está: por el Ayuntamiento de Avilés. Forma parte del catálogo urbanístico del municipio.
- Entonces, ¿por qué la petición al Principado?
-La protección es municipal, no autonómica. Eso es lo que se pide en la proposición no de ley. Hay organismos que tienen catalogados algunos edificios y espacios: los colegios, la iglesia, el parque, la bolera...
- ¿Y qué pasará en el barrio cuando esté protegido por el Principado?
-Depende del grado de esta protección. El que pedimos es que sea incluido en el Inventario de Patrimonio Cultural (IPCA). Estar incluido en él permite a los propietarios acceder a subvenciones que concede el Principado. Estar en el IPCA no supone ningún problema para los vecinos: el reconocimiento municipal sube un escalón.
- ¿Qué pasaría si fuera Bien de Interés Cultural (BIC)?
-Que los dueños estarían exentos de pagar el IBI. Además, podrían acceder a subvenciones específicas. Pero Llaranes no es BIC, aunque esta es la figura ideal para su conservación y para ser incluida en los circuitos de turismo industrial; es decir, para traer visitantes al barrio, para que dejen dinero. Los turistas industriales, está comprobado, son respetuosos y, además, con recursos.
- ¿La protección oficial del barrio impide a los vecinos reformar sus casas como quieran?
-Como le digo, ya está catalogado y ha habido muchas obras en los edificios. Se han podido hacer. La catalogación del barrio no supone cortapisa alguna a los propietarios. Ninguna Administración va a revertir las obras realizadas. Lo que se protege es el conjunto; es decir, no se puede tirar un bloque: eso sí menoscaba el conjunto. Preservar el conjunto no es volver a poner ventanas de madera. Bustiello, en Mieres, es BIC y vive gente y no tiene problema. Bustiello está reconocido y se ha convertido en un elemento patrimonial a visitar. Un visitante que entre en Asturias por Ranón no sabe de Llaranes y sí de Bustiello. Y debería saber del barrio.
- Algunos vecinos están viendo problemas.
-No los hay. La exenciones fiscales de los BIC están para que los propietarios puedan disponibilidad para realizar una obra. En Asturias sólo se ha multado a unos propietarios por no cumplir el deber de protección de un BIC: los de Águila Negra. Se demostró que lo dejaron caer. Si un asalariado hereda un quinto de un palacio no puede hacer frente a sus obras porque no tiene dinero. Las razones económicas no provocan multas. No se dará en Asturias. En eso los vecinos tienen que estar tranquilos. La protección trae beneficios, nunca perjuicios.
- ¿Llaranes debería presentarse a Pueblo Ejemplar?
-Al margen de ideologías, entiendo que sí. Y sería positivo que ganara: no porque venga el Rey, si no por las inversiones previas y posteriores. El premio no es que venga el Rey: es el dinero que viene detrás.
