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La salvaguarda de la huella histórica

La protección patrimonial de Llaranes despierta el interés de expertos nacionales

El Gobierno del Principado trabaja ya en un informe para determinar la mejor manera de conservar el barrio que nació a la sombra de Ensidesa

La protección patrimonial del barrio de Llaranes es algo que preocupa más allá del propio poblado. Se han manifestado ya a favor de su preservación instituciones tan genuinas como la Universidad de Oviedo o la Fundación Docomomo Ibérico. Pero la apuesta aumenta de grado. Está cociendo ya una campaña "a nivel nacional e internacional" en la que diversos expertos mostrarán su apoyo sobre la realidad de un elemento histórico e industrial de gran importancia, "el segundo de Asturias", según la diputada de Podemos Lucía Montejo, la redactora de la proposición no de ley que insta al Gobierno del Principado a señalar cómo hay que proteger la integridad del conjunto del poblado: más de medio siglo a la sombra de la chimeneas de la antigua Ensidesa. El servicio de Patrimonio de Asturias ya está en ello. El reconocimiento oficial de la autonomía será el segundo que tenga Llaranes: el Ayuntamiento de Avilés ya se lo concedió. Con este reconocimiento municipal muchos propietarios han realizado obras en viviendas, en fachadas. "La protección sólo trae ventajas", subraya Montejo.

Llaranes está incluido en un plan urbanístico especial; es decir, cuenta con unas directrices para salvaguardar el conjunto urbanístico. Nació como un todo y como un todo busca el Ayuntamiento garantizarlo. Esto se traduce en que los propietarios que quieran hacer obras en casa tienen que pedir licencia en el Ayuntamiento y allí se comunica qué se puede y qué no se puede hacer. Por ejemplo, el plan especial impide que se levante una planta en los bloques. Si el edificio es azul, tampoco se pueden poner elementos de otro color. Lo que busca el plan especial es mantener una armonía general que es, según los expertos, donde radica la importancia patrimonial del barrio que levantó la antigua Ensidesa para premiar a los productores más leales a la compañía. Y lo hizo a lo grande: en el barrio están los murales de Javier Clavo, o los dos colegios, que son obra de Juan Manuel Cárdenas Rodríguez y Francisco Goicoechea Agustí.

Las obras en viviendas privadas en el resto de Avilés siguen el mismo proceso: el propietario pide licencia y se concede en tanto en cuanto sigue las directrices de las ordenanzas. Lo de Llaranes no tiene más cortapisa que la armonía del conjunto. ¿Hay que volver a 1954? Según fuentes consultadas la respuesta es clara: no. Las obras se han realizado: se han cambiado ventanas, se han sustituido cocinas, se ha adecuado el barrio al momento presente. El caso de Bustiello, en Mieres, es notable. Se trata de un poblado que levantó entre 1890 y 1925 por la Sociedad Hullera Española, la del marqués de Comillas. Es Bien de Interés Cultural, uno de los atractivos turísticos más señalados de Mieres y, al tiempo, residencia de varias familias.

En el Ayuntamiento de Avilés se está a la espera de que concluya la redacción del informe de Patrimonio de Llaranes. La diputada del PSOE Verónica Vior desveló en la comisión de Cultura en que todos los partidos apoyaron la proposición no de ley de Podemos Asturias (en octubre pasado), que el informe de Llaranes se iba a enfocar también a "la vivienda obrera y los conjuntos ligados a la industralización". Ese informe contendrá también un inventario de los edificios y elementos singulares -el parque infantil, por ejemplo.

Podemos Avilés revalidó esta misma semana su compromiso con la protección de Llaranes. Este pasado julio Podemos Asturias retiró un duplicado de la proposición no de ley porque con la de la comisión de Cultura "era suficiente".

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