Pedro Majada Majada (La Garganta, Cáceres, 1953) es el presidente de la asociación vecinal "El Polígono" de La Magdalena. Llegó a Avilés en 1955 y lleva tres décadas como residente en su barrio. Hace diez años que se hizo socio de la entidad vecinal, y ahora lleva año y medio como máximo responsable del colectivo.

- ¿Cómo está el barrio?

-Los pasos de peatones de Valdés Salas están fatal y las entradas de las calles lo mismo. Nos dijeron que iban a arreglar todas las entradas eso sí, aunque no sabemos cuando se hará. Ahora tenemos el problema del vallado del parque, que no nos consultaron nada y me parece una división del parque; van a dejar paso para que puedan pasar los jardineros, menos mal. Esa actuación la encuentro excesiva y costosa para el Ayuntamiento a largo plazo. ¿Digo más?

- Diga.

Tenemos muchas necesidades. A parte de reformar las aceras, necesitamos que limpien los árboles que ya se meten en las casas. En la asociación pedimos lo prioritario, lo que el colectivo considera que es justo. Cambiar una acera entera porque esté parcheada, no lo veo lógico, otra cosa es cambiar una tubería, hay que establecer prioridades.

- ¿En qué estado se encuentra la asociación?

Está mal desde hace mucho tiempo. No sé qué va a ser de ella. Unos tienen setenta años, otros ochenta y otro está lesionado. Estamos aquí porque damos un servicio público y social. La gente del barrio nos tiene que ver como voluntarios de la sociedad. Cuando vienen a plantearnos quejas no preguntamos si son socios porque entendemos que representamos a todo el barrio. Los mayores vamos desapareciendo y los hijos tampoco se apuntan. Vamos perdiendo socios y no hay relevo.

- La falta de relevo es un problema que afecta al grueso de las entidades vecinales de la comarca.

-No hay relevo. No sé que pasa. No digo que venga gente a la asociación de 20 o 25 años, ¿pero de 50? En un momento concreto, por ejemplo, de fiesta, podemos contar con ayuda, pero qué pasa con el día a día.

- ¿Con cuántos socios cuenta actualmente la asociación de vecinos?

-Somos trescientos y hace tres años éramos 420. Estamos llamados a desaparecer por dos motivos: la falta de relevo generacional y por la falta de socios. No tenemos poder de captación, no lo sé.

- ¿De qué manera se puede atraer más socios para la entidad vecinal?

-No lo sé, ya le dimos muchas vueltas. Una asociación de vecinos busca la cohesión social. Si no fuera por "Aunando esfuerzos", que es un programa de cohesión que trabajamos seis entidades del barrio, lo hubiéramos dejado ya. La integración es lo que más satisfacción me da, todos tenemos capacidades distintas y tenemos que explotarlas; da más satisfacción la integración que dar una cena o un baile para los socios. Somos incapaces de conectar con la gente joven, a lo mejor no estamos preparados.

- El programa "Aunando esfuerzos" es un ejemplo de convivencia en Avilés. Hábleme de él.

-Lo formamos en 2009 y se hace gracias a la colaboración de todas las entidades del barrio: Difac Rey Pelayo, Realidad gitana que ahora se llama Talí, la Cruz de Los Ángeles, el AMPA de Marcelo Gago y Cáritas. De todos tenemos una respuesta fabulosa. Hicimos juegos de integración a través del deporte. A partir de septiembre y cada quince días habrá más talleres como el de inteligencias múltiples, juegos y espectáculos y una charla sobre las redes sociales e internet que la dará la Policía Nacional. En diciembre, hacemos una jornada de convivencia.

- ¿Qué aporta "Aunando Esfuerzos"?

Riqueza social, conocimiento de otras realidades. Mucha empatía. Ha generado que desaparezca el rechazo a otras personas. Veo solidaridad y un barrio unido. Nuestro planteamiento es trabajar en cosas comunes sin que cada asociación pierda su propia identidad. Trabajamos con marroquíes, gitanos, personas con discapacidad intelectual, física, senegaleses,? El barrio de La Magdalena es un ejemplo en integración.