Cada dragado con aporte de arena a Salinas costará al Puerto de Avilés más de dos millones de euros, un desembolso que haría peligrar la viabilidad de los muelles locales. Así lo aseguran fuentes próximas al Consejo de Administración, que reconocen su preocupación por las consecuencias que tendrá la declaración de impacto ambiental de los dragados de mantenerse las nuevas directrices del Ministerio para la Transición Ecológica. Pese a la gravedad de la situación, en el puerto confían en llegar a un entendimiento con el Gobierno de Pedro Sánchez y que los condicionantes no sean tan gravosos para las arcas de la Autoridad Portuaria. Sus gestores ultiman estos días las alegaciones al informe ministerial.

Pero la preocupación es máxima entre los consejeros portuarios, como ya lo dejaron de manifiesto en su última reunión. Fue el 17 de julio, seis días después de que el Boletín Oficial del Estado publicase la declaración de impacto ambiental del proyecto de succión de los depósitos para el mantenimiento de los niveles de seguridad en la navegación y la operatividad de los muelles durante los próximos cuatro años. "Se comentó en el último consejo. Los costes corrientes que tendría que asumir el puerto con los nuevos condicionantes lo harían inviable", alertan fuentes del consejo de administración del Puerto de Avilés. Y es que, entre otros condicionantes, el Ministerio pretende que toda la arena que se saque de los dragados de la ría se deposite en la misma cantidad en la playa de Salinas. Para ello tendría que buscar un banco de arena acorde con el de la playa castrillonense (el volumen de arena que se puede aprovechar para uso productivo apenas sería de un 14 por ciento).

El debate sobre el aporte de árido a la playa viene de antiguo. Los únicos trabajos de regeneración de la bahía castrillonense con este método se acometieron en 2004 con material de Cabo Vidío, un año en el que precisamente los temporales invernales, en vez de llevarse arena, la depositaron a toneladas en el litoral del concejo. La necesidad de una nueva remesa quedó plasmada en el informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) de 2010. El organismo sostenía que una de las causas de la pérdida de arena fue precisamente que el material que se echó en 2004 no era del tamaño conveniente. Y advertía de que el grano tenía que haber sido similar a la original de Salinas. Durante todos estos años, el Ayuntamiento de Castrillón viene manteniendo reuniones con Costas para tener noticias de donde puede estar esa arena. "Costas tiene que buscar un banco de arena compatible con la de Salinas", advertía el pasado 2 de marzo la regidora Yasmina Triguero (IU). Y el Ministerio de Transición Ecológica, con su nueva declaración de impacto ambiental, ordena al Puerto de Avilés que la busque, ocho años después de aquel informe del Cedex.

El secretario de Estado de Medio Ambiente (Hugo Morán), está al tanto de la situación. "Es muy necesario que el puerto de Avilés pueda continuar con su actividad comercial como hasta ahora, sin que se le añadan pesadas cargas que podrían afectar a su viabilidad en el futuro", le dijo públicamente la alcaldesa Mariví Monteserín.