La Manzana del Acero, que en un radio de un kilómetro cuadrado del parque empresarial avilesino reproducirá a través de plantas piloto ubicadas en tres edificios todo el proceso de producción del acero, prepara una gran puesta de largo y negocia la participación del Rey Felipe VI en la inauguración. El innovador complejo estará a pleno rendimiento a finales de año y sus gestores intentan cuadrar agendas con la Casa Real para poner la guinda al que es considerado el mayor proyecto de I+D+i de Asturias, según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras de los preparativos. Esa gran inauguración está prevista para la recta final de este año o los primeros meses de 2019.
Unos trescientos investigadores trabajan en la Manzana del Acero, un kilómetro cuadrado dedicado al I+D+i que permitirá reducir los tiempos de lanzamiento de los nuevos aceros y que está formada por tres edificios: el inmueble de la Fundación ITMA, el segundo centro de I+D de Arcelor.
El ITMA, en sus orígenes conocido como el Centro del Acero, comenzó a funcionar en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) en 2005 como centro de investigación centrado en el análisis de materiales. La multinacional minerometalúrgica Arcelor-Mittal amplió su Centro de I+D Global de Asturias en 2014 al edificio que promovió la Fundación Metal para impartir formación y que acabó alquilando la siderúrgica. El tercer edificio, el que cierre el círculo innovador que es en realidad la Manzana del Acero, se empezó a equipar el año pasado y no estará a pleno rendimiento hasta finales de año. Queda por instalar la última pieza, la planta piloto de recubrimientos y pintura.
El proceso que se realiza en la novedosa Manzana avilesina se inicia en los laboratorios, donde se diseñan los nuevos materiales con el acero como ingrediente principal. Esa "fórmula" pasa a continuación a una planta piloto de fusión situada en los bajos del ITMA, unos hornos altos en miniatura donde se fabrica la colada experimental y de donde salen lingotes de unos 150 kilos. Esos "minislabs" pasan por una serie de procesos de transformación, que los llevan a la planta piloto de laminación, donde se convierte el acero en múltiples tipos de perfiles, en función del uso que se le vaya a dar el material. En el tercer edificio de la Manzana está la miniplanta de laminación en frío y el simulador de recocido y galvanizado, equipo este último que se incorporó el año pasado y costó medio millón de euros (solo hay unos 12 equipos como éste en el mundo). De la planta piloto de recubrimientos (convencionales y avanzados) y pintura saldrán las muestras (más o menos del tamaño de una mesa) que hay que analizar de nuevo en los laboratorios, lo que se conoce como propiedades en uso. El material se examina para ver si cumple con todo lo previsto (dureza, características mecánicas, protección a la corrosión, etcétera), y si es así, ya se puede utilizar y producir a gran escala.
Lo que hace tan especial a la Manzana del Acero es que este proceso que realizan diferentes agentes repartidos por todo el mundo, en Avilés se concentra en un kilómetro cuadrado, lo que permite reducir lo tiempos de lanzamiento de un material, algo fundamental para la competitividad de las empresas.
En este gran complejo innovador también se avanza en impresión 3D (como adelantó este periódico, Arcelor ya fabrica en Avilés piezas para sus plantas mediante impresión aditiva), en robótica, sensórica... Está funcionando al 90% y la gran inauguración será la guinda del pastel, corazón del Parque Científico Avilés "Isla de la Innovación". Para mayor realce de la gran inauguración el objetivo es contar con una presencia real que está a punto de "fraguar".
