La iglesia de San José Obrero de La Maruca está en el punto de mira del sector comercial. Una empresa ha trasladado al Arzobispado de Oviedo, propietario del inmueble, su interés por adquirir el templo y los terrenos que ocupa. Por el momento, la organización eclesiástica que encabeza Jesús Sanz Montes "no ha tomado decisión alguna" al respecto de enajenar ese bien, según explicó una portavoz arzobispal.
De salir adelante esa operación empresarial, el Arzobispado tendría que iniciar el proceso de desacralización del templo, que aún cuenta con "algo de culto". El peso de la parroquia lo tiene la iglesia de Raíces Nuevo.
San José Obrero está ubicado al final de la avenida de Lugo y enfrente está un supermercado de la cadena Lidl. La multinacional alemana quiere ampliar sus instalaciones de La Maruca pero, por el momento, se ha encontrado con la negativa municipal debido a que su proyecto de mejora no tiene el beneplácito de la Demarcación de Carreteras -la ampliación afectaba a la servidumbre de paso de la carretera nacional 632-. La otra opción que tenía la compañía, y que sí podría superar los pasos administrativos, era hacer crecer el negocio a costa de los terrenos del aparcamiento.
La parroquia de San José Obrero fue desmembrada de Santo Tomás de Cantorbery, de Nuestra Señora del Carmen de Salinas y de San Cristóbal de Entrevías y erigida por decreto de Vicente Enrique y Tarancón del 1 de julio de 1968, según recoge el párroco emérito Ángel Garralda en su libro "Avilés, su fe y sus obras". La primera piedra se colocó en unos terrenos cedidos por la familia Pola ese mismo año, siendo párroco José Antonio García Fernández, aunque tuvieron que pasar siete para que las obras se retomaran. En ese tiempo, los cultos se realizaron en unos bajos comerciales, según explica Garralda.
La actual iglesia de La Maruca, obra de Manuel Calvete Llamas, se inauguró el 1 de mayo de 1976 y contó con la bendición de Gabino Díaz Merchán, entonces arzobispo de Oviedo. El párroco era Juan Heriberto Fernández Suárez. Ya en los años noventa, y ante el crecimiento de Raíces Nuevo, la parroquia de San José Obrero necesitó otro templo. Se construyó una nueva iglesia en unos terrenos adquiridos a Cristalería Española y Santa María de Raíces abrió sus puertas en 1996.
