El mercado medieval de San Agustín cuenta, además de con más de cien puestos de alimentación, artesanía y restauración, con un espacio con actividades infantiles donde se encuentran una noria, un barco pirata, un tiovivo con sillas y un rincón con varios juguetes tradicionales en el que los más pequeños se divierten mientras sus padres disfrutan viendo sus puestos favoritos. "Al vivir en una época en la que los niños nacen con un teléfono o una 'tablet' bajo el brazo, ver este tipo de juegos les crea curiosidad y se acercan a jugar", dijo Christian Martín, quien viene desde Madrid, encargado del rincón infantil y juguetes, que cuenta con dos zonas: una para niños de entre 1 y 3 años, donde entran a jugar con sus padres, y otra para los pequeños entre 4 y los 10 años; ambas gratuitas.
"Me gusta llamar a esta zona 'punto de paso' porque es un espacio donde los niños no dan la lata a sus padres y así los mayores pueden ir a ver lo que quieran", comentó el propio Martín. Además, el barco pirata, la noria y el tiovivo acompañan a este rincón en la plaza de Alfonso VI. Estas tres actividades infantiles tienen su hueco en el mercado medieval avilesino desde hace ya diez años. "Avilés es el lugar de España donde hay una mayor participación de los niños en estos juegos", contó Christian Kaminari, quien se encarga de mover el barco pirata. En estas tres atracciones pueden subirse niños de entre 2 y 10 años. "Es una manera entretenida de divertir a los niños porque les impacta que seamos nosotros mismos quienes hacemos moverse las atracciones", añadió Kaminari.
Todos los que se dedican a las actividades de niños coinciden en que hay mayor afluencia por las tardes, sobre todo "justo antes de la hora de cenar" y que "el tiempo está siendo espléndido en esta edición del mercado medieval". Junto a las actividades para los más pequeños, el programa del mercado medieval cuenta con un total de seis compañías que desarrollan de manera continuada espectáculos por las calles del casco histórico. "Es increíble los números que montan en un espacio tan limitado", dijo Alejandra González mientras observaba uno de los espectáculos de animación del día de ayer. "Mi exhibición favorita es la de la 'Rueda humana', porque no se caen nunca", comentó Juan Alonso, de apenas doce años de edad, quien no paró de sorprenderse sin perderse un solo detalle del espectáculo realizado por uno de los chicos que daba vueltas en la rueda, de la compañía "Human no Limit".
La jornada de ayer volvió a reunir en las calles y terrazas de todo el centro de Avilés a miles de personas que disfrutaron del buen tiempo unido a las múltiples actividades de la semana grande de San Agustín.
El mercado medieval cuenta con doce talleres de oficios donde el público observa y participa para conocer cómo se hacen, de manera tradicional, materiales como la lana, los trillos, la resina, el esparto y objetos de barro, entre otros.
