Una patrulla de la Policía Local de Avilés acompañó la madrugada del lunes al martes a dos chicas jóvenes a casa, una a Puerta de la Villa y otra a Versalles, al verlas caminando solas por la noche. Ambas jóvenes volvían a su barrio después de disfrutar de los conciertos de las fiestas de San Agustín.

Ese gesto no responde a ninguna orden expresa, sino a una acción voluntaria de los agentes que decidieron actuar por sí solos. Es una forma de actuar que, no obstante, sí se ha comentado alguna vez en el seno de la Policía Local, pero sin embargo, no hay ninguna norma que lo sustente para prevenir agresiones. El padre de una de las dos jóvenes relató el gesto en las redes sociales y agradeció el papel de las fuerzas de seguridad locales.

En su publicación, el progenitor señala que esa reacción de los agentes le produjo una doble sensación, por un lado positiva y triste por otro: "Estoy contento porque [la acción policial] no cuesta demasiado y da mucha seguridad, tanto a las chicas jóvenes como a sus padres. Sería un gran acierto que no fuera casual y que una patrulla se dedicara las noches de los fines de semana a hacer este tipo de vigilancias, y por otro lado me siento triste de que hayamos llegado a esta situación de que las chicas no puedan andar solas por la calle por las noches", reza parte del escrito del padre de una de las dos chicas. "Como quiera que sea, en esta ocasión mi agradecimiento y felicitación a la Policía local de Avilés", concluye.

Desde primeros de año, los taxistas avilesinos también se comprometieron a vigilar la entrada de sus clientes a los portales de sus viviendas para así evitar posibles robos y agresiones sexuales. Eso sí, si la clientela solicita ese servicio. Los taxistas decidieron aplicar esta medida a raíz del aumento de los casos de abusos sexuales a mujeres que salen a la luz hoy en día.