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La comarca avilesina pierde dos empresas de vanguardia tecnológica: Axalta y Triditive

Empleo. La multinacional afincada en Tamón traslada a 197 trabajadores a Llanera y planea doblar la plantilla | A Gijón. La firma avilesina de impresión en 3D, con una revolucionaria tecnología, se va al polígono de Roces | Inversión. El apoyo financiero del municipio gijonés a uno de los proyectos de I+D ha sido clave en la marcha

La máquina de fabricación 3D en serie.

Avilés pierde a una de sus empresas de vanguardia. La pyme Triditive, que germinó en un bajo de la calle Rivero, ha llevado su fábrica de producción aditiva en serie a Gijón. La joven compañía especializada en la tecnología de impresión en tres dimensiones (3D) se trasladó la pasada primavera a una nave nido de 210 metros cuadrados del polígono gijonés de Roces, donde ha culminado un proyecto revolucionario. Se trata de una gran impresora con tecnología propia que permite producir en masa piezas en metal y en polímeros, unas 10.000 unidades al mes. En la firma sostienen que este ingenio, que se presentará el próximo septiembre en un foro empresarial en La Laboral, revolucionará el sector de la fabricación aditiva. "Estas máquinas suponen una inversión muy importante, unos dos millones de euros para fabricar unas 30 piezas en metal al mes. La nuestra produce 10.000", explican desde la compañía.

Como informó este periódico el pasado enero, Triditive buscaba espacio para abrir un centro de producción por impresión 3D en serie. Las instalaciones que ocupaban en un bajo de la calle Rivero se les quedaban ya pequeñas. "En Avilés nos resultó imposible quedarnos. Lo intentamos, pero al ser una startup (empresa emergente) necesitamos también apoyo financiero y conseguimos una ayuda muy importante del Ayuntamiento de Gijón a través de la convocatoria municipal Incentivos Prototipos Ciudad Futuro, con una financiación del 50% del proyecto de la máquina que hemos patentado (Amcell). Coincidió en el tiempo con la búsqueda de la nave y justo quedó una libre en el polígono de Roces", explica Mariel Díaz, cofundadora de Triditive.

En la firma, que en la actualidad tiene ocho empleados, sostienen que han "patentado" un equipo "muy disruptivo a nivel mundial". Las impresores 3D suelen fabricar una o dos piezas al día y tiene que haber al menos una persona pendiente de la máquina. "Hemos desarrollado un software que automatiza la máquina entera, desde la carga (del material que sirve como materia prima) hasta la inspección de las piezas. Dispone de un programa adicional que permite que el pedido entre directamente a la máquina por petición del cliente. Y además fabrica en metal en serie. Normalmente es en polímeros", añadió Díaz.

Triditive, fundada a mediados de 2016, ha sido galardonada con varios reconocimientos, como el premio "Mujer emprendedora excelente" (Repsol y Secot), "Empresa Innovadora de Base Tecnológica" (ANCES) y "Accesibilidad en el diseño" (Aspaym).

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