Un pavoroso incendio dejó ayer una mujer herida muy grave y su casa de Salines, en la parroquia de Bocines, completamente calcinada. La víctima, la amazona María Valenzuela, se encuentra ingresada en el hospital de La Paz, en Madrid, con quemaduras de segundo grado. Vivía sola y en la finca había dos caballos y nueve perros. Se desconocen las causas del siniestro.

El incendió comenzó en torno a las siete de la mañana. Poco después, un vecino que iba hacia la zona desde Luanco para trabajar en los invernaderos de Condres vio las llamas y entró en la casa para sacar a la herida e intentar posteriormente sofocar el incendio con una manguera, al tiempo que daba aviso al 112, que recibió la llamada a las 7.34 horas.

Otro vecino, que prefiere mantener el anonimato, vio desde su casa "unas llamas enormes". "Salían por encima de los árboles", cuenta. Y fue rápidamente a la zona, donde encontró a la otra persona intentando frenar el fuego y a la inquilina "apoyada en la verja, totalmente negra, con una toalla por encima". A la casa llegó la Guardia Civil, llamada por el 112, y dio aviso de que había una herida para que acudiese una ambulancia. El vehículo llevó a María Valenzuela al centro de salud de Luanco, aunque debido la gravedad de las quemaduras fue rápidamente trasladada por una UVI Móvil al Hospital Central de Asturias (HUCA), en Oviedo. Finalmente, el estado de la afectada obligó a derivarla de urgencia a la unidad de quemados del hospital de La Paz, en Madrid.

Los Bomberos del Principado, procedentes del parque de Avilés, protegieron el cobertizo anexo a la vivienda para evitar que le alcanzase las llamas, ya que la casa estaba completamente afectada por el fuego. La techumbre y los pisos acabaron derrumbándose, consumidos por el fuego, aunque el cobertizo se logró mantener en pie gracias a la labor de los bomberos. A la una y cuarto de la tarde, dieron por terminados los trabajos de extinción y refrigeración.

En la casa, conocida en la zona como la de Jesús el del Molín, "hay dos caballos y nueve perros", explicó un vecino. "Cuando llegué, vi a uno de ellos que estaba inmóvil, debía estar aturdido por el humo, así que entré a sacarlo y se recuperó. Los dos caballos están bien y hay cuatro perros, los otros cinco escaparon con el susto o alguno estará dentro calcinado", añadió. "Son perros muy buenos, yo jugaba con alguno", remató.

Por la tarde, cuatro personas que se identificaron como familiares accedieron a la vivienda, aunque no quisieron hacer ninguna declaración sobre lo ocurrido. Según el testimonio de los vecinos, María Valenzuela, hija del conocido jinete Juan Valenzuela, general del Ejército ya retirado, vivía sola en la construcción desde hace un año y medio aproximadamente y se dedicaba a fabricar cabezadas para los caballos y collares para los perros, que vendía en los mercados de los concursos hípicos, como el de Luanco del pasado agosto, donde era habitual. En la villa pasa los veranos su padre, que regresó a Madrid tras finalizar el Concurso Internacional de Saltos de Gijón la semana pasada.