Las condiciones a bordo del buque ruso retenido en el puerto "empiezan a ser precarias", han asegurado desde la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF). El "Severnaya Zemlya", con 19 tripulantes, está a punto de cumplir cuatro meses amarrado en Avilés por impagos de combustible.

La inspectora y coordinadora en España de la ITF, Luz Baz, se encuentra estos días en Avilés y se ha reunido con la tripulación, que por ahora no ha precisado ayuda del exterior, pero no se descarta que la requiera a corto plazo. "Empiezan a tener restricciones, están usando el generador de emergencia y a cierta hora están a oscuras, lo que también conlleva problemas para la utilización de servicios, de agua... Las condiciones son un poco precarias", ha explicado Baz. Y es que aunque la Autoridad Portuaria siempre colabora con estos casos, este barco no tiene posibilidad de toma de cierra por cuestiones técnicas. "Es un problema porque la vida a bordo es un poco más difícil. Ya llevan aquí mucho tiempo", ha añadido.

El "Severnaya Zemlya" está embargado por una deuda de combustible, y hasta que el armador pague la garantía o la deuda permanecerá retenido en Avilés.

Algunos tripulantes sostienen que "la comida es escasa". En un barco se gasta una media de unos 10 euros por tripulante al día y aquí están consumiendo tres. Por el momento no han reclamado deudas salariales, si bien desde la ITF señalan que "los marineros cobran al cambio de rublos unos 300 dólares y los oficiales no llegan a mil dólares" (el convenio de la ITF establece 1.870 dólares para un marinero raso de cubierta).

De los 19 tripulantes, dos son mujeres, la cocinera y la camarera. Hasta el momento se han producido dos relevos. Hoy partirán tres miembros de la tripulación.