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La industria ya acumula este año cuarenta desconexiones para abaratar la luz

Red Eléctrica ordena desde enero a las grandes fábricas de la comarca reducciones de consumo para moderar el precio del kilovatio hora

Una chimenea de la planta de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieva, vista desde el litoral. MARA VILLAMUZA

En plena escalada del precio de la luz, Red Eléctrica de España asegura que en el periodo comprendido ente el 1 de enero y el pasado viernes, 14 de septiembre, el servicio de interrumpibilidad eléctrica se activó en más de 40 ocasiones por criterios económicos. A diferencia de alto número de activaciones por causas económicos no hubo ninguna por requerimientos técnicos. Red Eléctrica de España da a entender que la entrada en vigor del nuevo criterio de activación de la interrumpibilidad eléctrica por circunstancias económicas afianza la utilidad de un servicio cuestionado por su coste y bajo sospecha europea por si pudiera constituir una ayuda estatal encubierta a la industria, pero vital para las factorías siderometalúrgicas de gran consumo eléctrico como las asturianas Alcoa, Asturiana de Zinc y Arcelor.

El servicio de interrumpibilidad es una herramienta de gestión de la demanda que tiene por objetivo dar una respuesta rápida y eficiente a las necesidades del sistema eléctrico de acuerdo a criterios técnicos (seguridad de suministro) y económicos (menor coste para el sistema). Este servicio se activa en respuesta a una orden de reducción de potencia dada por Red Eléctrica a los grandes consumidores que sean proveedores de este servicio, principalmente, la gran industria.

A cambio de formar parte del servicio de interrumpibilidad, las empresas cobran dinero cada año por su disposición a "desenchufarse" de la red en caso de necesidad. Desde hace uno años, el dinero que se presupuesta para retribuir el servicio de interrumpibilidad (actualmente del orden de 500 millones de euros, hace años más de 700) se reparte entre las industrias mediante un sistema de pujas competitivas a la baja. De este forma, España ha introducido un factor de competencia en el método de asignación para prevenir sanciones de la Unión Europea. Un sistema, por otra parte, que para empresas como Alcoa es vital de cara a garantizar su viabilidad en España, como queda claro cada vez que se celebra la subasta que reparte ese dinero y la aluminera advierte de que podría cerrar sus fábricas si no ve satisfechas sus expectativas. Esa es, de hecho, la espada de Damocles que pende sobre el sector del aluminio español.

El Ministerio de Energía aprobó en noviembre de 2017, con Álvaro Nadal al frente, la orden que modificó el sistema de interrumpibilidad. Las principales novedades fue la celebración de dos subastas al año en vez de una y a posibilidad de activar el servicio de interrumpibilidad por "criterios económicos". Esto último consiste en lo siguiente: el operador (Red Eléctrica de España) ordena que entre en juego la interrumpibilidad si es más barata que los otros servicios de ajuste del mercado diario. En ese caso, la aplicación del servicio de interrumpibilidad se realizará por cantidades mínimas de 200 megavatios (MW) y máximas de 500 MW en cada hora. Este sistema tiene carácter rotatorio; es decir, ninguna industria será obligada a reducir su consumo eléctrico hasta que todas las adscritas al servicio hayan sido requeridas para ello.

La primera solicitud de interrumpibilidad por criterios económicos del año en curso se produjo el 6 de enero, a la una de la tarde, por 479 megavatios/hora. Al día siguiente, 7 de enero, se produjo la segunda, concretamente a las 11 de la mañana, por 451 megavatios/hora. Dos días después, el 9 de enero, la petición se realizó en dos ocasiones, una al mediodía por 494 megavatios hora y otra a las cinco de la tarde por 497 megavatios hora. Y así sucesivamente hasta más de 40, con un bajón notable en los meses estivales.

El reformado modelo español de la interrumpibilidad mantiene como misión principal garantizar el suministro en el caso de posibles fallos en la red y, desde este año, también abaratar el recibo del consumidor final. De lo segundo se harán cálculos cuando finalice el ejercicio; con respecto a la garantía de suministro, la relación de las últimas activaciones de la interrumpibilidad comprende seis fechas en una década: la primera el 19 de noviembre de 2007 por una indisponibilidad generalizada de electricidad en todo el país, y la última, el 2 de octubre de 2017 por un incidente de la red en Asturias (Alcoa, Arcelor y Azsa tuvieron que interrumpir su consumo eléctrico durante una hora cada una de ellas).

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