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"El campo de Balbín es como una carretera", claman los afectados

El presidente del Gozón, indignado: "Es atroz, los jugadores se lesionan sin parar; si pudiera, pagaría por jugar en Candás"

Ramón Artime muestra las deficiencias del campo de Balbín.

Un desastre calificado como "el peor campo de la comarca" por los deportistas que lo han sufrido y reconocido por el alcalde de Gozón, Jorge Suárez. Así es el césped artificial de la instalación municipal luanquina de Balbín, que a cada temporada que pasa, se encuentra en peor estado. Ahora, el tapete sintético amenaza con levantarse y las malas hierbas comienzan a florecer en las esquinas e incluso dentro del propio terreno de juego.

"Es una carretera pintada de color verde", critica el presidente del Gozón club de fútbol, Ramón Artime, que desde 2006 sufre las consecuencias de jugar en semejante superficie. "Desde que nos trasladamos a estas instalaciones, nunca he visto que se renovara el césped. Es atroz. Si pudiera, pagaría por jugar en Candás, porque mis jugadores se lesionan y se queman la piel cada vez que se van al suelo", añade.

En Balbín también entrenan las categorías inferiores del Marino de Luanco y lo usa el Podes. Además, en verano se organizan torneos de fútbol aficionados. "Hace unos años, vino una inspectora de la mutua, extrañada por la cantidad de lesiones. Su veredicto fue que no permitiría jugar a su hijo aquí", apunta Artime.

El césped se encuentra en un estado paupérrimo. Carece de caucho y cada vez está más levantado, en opinión de Artime, "por la falta de mantenimiento". "El complejo deportivo es muy bueno, con muchas ventajas pero es una lástima como tienen el césped. Está absolutamente abandonado", arremete el dirigente del Gozón.

Jorge Suárez no escurre el bulto y reconoce el problema. "El césped no es que esté mal, es que está muy mal. Hay que reconocerlo y tenemos que cambiarlo, pero tenemos prioridades como por ejemplo finalizar la red de saneamiento de Cardo. En cuanto se pueda, empezaremos a renovar la hierba artificial", concreta el primer edil. Y añade que el Consistorio lleva invertido cerca de un millón de euros en Balbín, en concepto de expropiaciones.

Así las cosas, el césped del campo de la instalación municipal seguirá causando estragos entre los aficionados que practiquen fútbol sobre él. "Salvo que el campo esté muy regado, desaconsejamos a los chicos tirarse al suelo. Se queman la piel", afirma Pablo Braña, técnico del infantil del Marino.

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