Unas cancioncillas populares que la cantaora "La Argentinita" grabó a principios de la década de los treinta junto al poeta Federico García Lorca, que tocó el piano y armonizó los versos, son las que llevaron a un tuitero asturiano a sentarse ayer ante el juez y a enfrentarse a dos años de cárcel y 2.700 euros de multa. Hace cuatro años escribió: "El asesinato de Federico García Lorca está justificado desde el minuto uno. He dicho". Ese y tres tuits más -con algunas fotos anexas- son la sustancia para acusarle de odiar a los homosexuales, pero también de ser xenófobo o de hacer exaltación de la violencia. "No odio a los homosexuales. Lo que escribí sólo iba contra García Lorca", apuntó. Y es que, aseguró: "De niño leí 'El poema de las tres hojas' de Lorca y en clase se rieron de mí". O sea, "que lo tenía cruzado".

Esta distinción entre el objetivo contra el que lanzó su tuit -la persona o el colectivo- la subrayó durante la vista el abogado defensor. "Cuando los escribió, el delito de odio se aplicaba a grupos o asociaciones, no a una persona individual", aseguró el letrado que, a continuación, explicó que por eso se tendría que hablar de injurias, "pero eso no lo ha señalado la Fiscalía", recalcó. El representante del Ministerio Público, al hilo de esto, apostilló: "Donde hay luz, no hace falta candil. Dice que el asesinato de Lorca estuvo bien por ser maricón, no hay más interpretación. Podía haber dicho que por pedante, pero no, dijo por homosexual".

Los otros tuits del asturiano juzgado ayer fueron de otra índole. En el otoño de 2014 escribió "Guarro que veo, guarro que apaleo" y esto lo ilustró con la un plano de "La naranja mecánica", una de las obras maestras de Stanley Kubrick. Dijo el tuitero que cuando escribió el apunte en la red social Twitter no había visto la película, que eso lo hizo "este verano", teniendo en cuenta que le iban a juzgar por haber usado una de sus imágenes. La película es una recreación futurista de una novela del británico Anthony Burgess. La primera parte es una exhibición de ultraviolencia por parte de un grupo de jóvenes y la segunda, el tratamiento bestial contra uno de ellos. "La Fiscalía sostiene que se trata de una película de 'skin heads'. Nada más lejos", apuntó el abogado. La explicación de lo de "guarro" que ofreció el abogado es que ambos tuits los escribió en fechas cercanas a las matanzas de los gochos, el día de San Martín. Esta explicación no convenció al Fiscal de Barcelona, que fue quien investigó la denuncia de un colectivo en favor de homosexuales. El abogado tachó esta circunstancia de "celo inquisitivo" por parte del Ministerio Público. "Los tuits no son constitutivos de delito", recalcó. Y tampoco las fotos añadidas: hay un meme (chiste) en el que se ve al dictador Hitler y, al lado, unos versos de "Mediterráneo", de Joan Manuel Serrat. "Mi defendido no es capaz por sí solo de despertar un progromo contra los homosexuales. No es una persona relevante y él no se tiene por tal".

El abogado de la defensa presentó antes del inicio de la vista oral una protesta: los instructores del caso localizaron la identificación del tuitero asturiano -la ID- "sin autorización judicial", dijo. A partir de ella, dieron con el autor de los mensajes a través de su IP -dirección del ordenador-. "Lo que han realizado es una investigación prospectiva, a ver si había delito. Entiendo que este modo de proceder podría dar en la anulación de las actuaciones", aseguró el abogado. Ni el fiscal que defendió los intereses públicos, ni el propio juez que presidió la vista aceptaron este argumento, por esta razón, el juicio se pudo celebrar y quedó visto para sentencia. Los escritos juzgados son de finales de 2014. La denuncia es posterior -a raíz de varios retuits-. La instrucción se alargó más de seis meses porque se declaró la "complejidad de la causa". El tuitero mostró su arrepentimiento: "Si hubiera sabido que estaba haciendo algo malo, no lo hubiera hecho", concluyó.