"Estoy muy emocionando, me estoy reencontrando con todos los colaboradores que he tenido a lo largo de todos estos años en el tenis", afirmó ayer el avilesino Manuel Galé, expresidente de la Federación Asturiana e impulsor del deporte de la raqueta en la ciudad, en el acto de celebración del 50.º aniversario del Club de Tenis de Avilés. Las instalaciones deportivas de San Cristóbal reunieron al pasado, presente y futuro regional del deporte de la raqueta.

El propio Galé, el extenista profesional Juan Avendaño y el gijonés Pablo Carreño, actualmente en el top 20 de la ATP, se reunieron en el acto para recordar juntos la historia de su pasión en Asturias. "Manolo Galé -como le conocen todos en el mundo del tenis- ya era presidente cuando yo empezaba a jugar al tenis y siempre me ha dado los trofeos cuando he jugado de pequeño. Cuando me fui al centro de alto rendimiento estuvo muy cerca de mí y de mi familia, para ayudarnos en los que necesitamos. Hemos compartido hasta cenas de Navidad", afirmó el tenista profesional Carreño.

Y es que el acto de ayer en el Real Club de Tenis de Avilés tuvo un doble objetivo: celebrar el aniversario, pero, también, rendirle homenaje a Manolo Galé, que dio vida a la entidad. "El club se fundó en 1967 y tiene tres Copas Davis a sus espaldas. Somos una ciudad pequeñita, un club pequeño, y, en España, solo el Club de Tenis de Barcelona ha acogido más veces esta competición. Y eso es gracias a Manolo Galé", señaló el presidente de la entidad, José Ramón Rodríguez, que ejerció de anfitrión en el acto celebrado ayer.

Galé fue socio fundador del club y su segundo presidente, tras José María Fernández Miranda, cargo en el que estuvo 25 años. "Recién llegado prácticamente, ya trajo por primera vez una ronda de Copa Davis, que fue un España-Mónaco", destacó Rodríguez. Nadie perdió la oportunidad de saludar al veterano Galé. Jugadores, exjugadores, directivos y personalidades políticas, le mostraron su cariño durante toda la tarde. El actual presidente de la Federación Española, Miguel Díaz Román, tampoco se perdió la celebración y recorrió junto al expresidente de la entidad la exposición fotográfica que desde ayer repasa el medio siglo de historia de la cuna del tenis avilesino.

Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue el descubrimiento de la estatua conmemorativa del 50.º aniversario de la entidad. "Me gusta mucho, es muy original. Además la ha hecho un muy buen amigo mío, Favila así que ya contaba con ello", sentenció Galé, tras ver la escultura, que representa una raqueta desde la visión del pintor y escultor avilesino.

La fiesta se prolongó hasta bien entrada la noche, con una cena donde siguieron rememorándose anécdotas del club. "La última vez que vine fue a jugar la Apple Bowl y tenía 16 años, así que me esta despertando muchos recuerdos", afirmó el tenista Pablo Carreño, que también aprovechó para compartir unos momentos con la cantera del tenis avilesinos en las pistas de tierra batida.

Durante la cena, siguió el homenaje a Galé, que recibió múltiples regalos para recordar la velada: una réplica del Conde Godó, a manos del presidente del Club de Tenis de Barcelona, Albert Agustí; otra réplica de la Copa Davis, por parte de la Federación Española; un trofeo de la torre del reloj de Luanco, por parte del club gozoniego y una placa del Ayuntamiento de Avilés. "La implicación de Manolo Galé a pie de pista, entregándose en las pequeñas acciones con el mismo convencimiento y compromiso que en la organización y apoyo de grandes eventos le ha convertido en uno de los embajadores del tenis de España", afirmó la alcaldesa, Mariví Monteserín al entregarle el obsequio.