Tras "Incendios" y "El concierto de San Ovidio", el director Mario Gas ha cogido la batuta de uno de los grandes textos del teatro clásico, "Calígula", del dramaturgo francés Albert Camus. Con Pablo Derqui al frente del reparto, la obra llega mañana, viernes, a los escenarios avilesinos avalada por las excelentes críticas recibidas a lo largo del último año y tras su estreno en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida en el mes de julio de 2017. A las 20.15 horas, se presenta en el Palacio Valdés. En la siguiente entrevista, el actor y director, una de las figuras más relevantes de la escena española, explica algunos pormenores de la obra que fue publicada en los años cuarenta del pasado siglo.

- "Calígula" ha sido varias veces representada. ¿Qué aspectos caracterizan esta nueva versión?

-"Calígula" es uno de los textos fundamentales de la dramaturgia contemporánea, es un clásico del siglo XX, pero su filosofía, dialéctica o los personajes nos sigue hablando. Es una obra muy potente, que habla de la vida.

- ¿Enfrentarse a una de las piezas claves de Albert Camus impone?

-Cuanto más buena es la obra más facilita las cosas. Impone poner en escena cualquier obra, pero las buenas allanan el camino. Albert Camus, con este planteamiento de la infelicidad, el exterminio o el hielo existencial hace no caer en un dibujo paisajista de un loco, de una persona muy tocada que él se empeña en eliminar.

- Calígula no es precisamente un personaje que despierta simpatías entre la audiencia. ¿Qué lo convierte en atractivo para el público?

-Es un personaje que no debe despertar ninguna simpatía, pero empatiza con el público. Los hombres viven y mueren y no son felices, buscan la luna, están en un sociedad corrupta, suplantan a los dioses, es una lucha del ser humano consigo mismo.

- La obra ha sido uno de los grandes montajes del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. ¿Cómo ha sido recibido por los aficionados?

-En Mérida, el espectáculo ha tenido una vida espléndida y en ello ha tenido mucho que ver el actor. Para montar una obra de estas características, o tienes el actor adecuado o no lo montas, y este Calígula es extraordinario, da una angustia existencial al máximo y el texto llega nítido, es asumido por todo el público, que escucha con entrega y silencio.

- Ese actor es Pablo Derqui, al que ya conoce de otros proyectos anteriores. ¿Qué destaca de su trabajo?

-Pablo Derqui es un actor de teatro con una paleta de colores tremenda que se pone al servicio del personaje, es fantástico para hacer el personaje de Calígula. Nos conocemos bien ya que hemos trabajado juntos en "La muerte de un viajante", de Arthur Miller.

- "Calígula" recoge aspectos que proliferan en la sociedad de hoy en día: poder, corrupción, insatisfacción. ¿Han pasado casi tres cuartos de siglo desde la publicación de la obra y las circunstancias no han cambiado mucho?

-Gobernar es robar, algo que no ha pasado de moda. He elegido este texto porque es contemporáneo, no me interesa el teatro de museo, sí el que hace pensar. El teatro debe provocar placer, hacer pensar a través del drama, el pastiche, la risa o el vodevil, y estar bien hecho.

- Está inmerso en un nuevo proyecto. ¿Nos adelanta algo sobre el mismo?

-Estoy ensayando un espectáculo que llegará próximamente a Avilés. Se trata de una versión de "La Strada", de Federico Fellini. Se estrenará en el mes de noviembre en Avilés, una ciudad que tiene un público espectacular y dirigentes teatrales que programan muy bien, es una casa agradable que siempre me gusta volver.