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EDMUNDO PÉREZ | Director de la Fundación para el Fomento de la Economía Social

"Las empresas de economía social han resistido mejor la crisis que la media"

"La cooperación se convierte en un factor de producción más que hace que los proyectos sean más exitosos"

Edmundo Pérez, en la Escuela de Emprendedoras. MARA VILLAMUZA

El ingeniero industrial Edmundo Pérez (Gijón, 1968) preside la Fundación para el Fomento de la Economía Social, entidad en la que se adentró a finales de 2001. Esta organización asturiana sin ánimo de lucro se fundó en 1989 con el objetivo de facilitar la creación de empresas de economía social mediante la promoción, divulgación, investigación y asesoramiento a las empresas. En la actualidad hay en Asturias más de 500 negocios de economía social que dan trabajo a casi 5.000 personas. La fundación que preside Edmundo Pérez gestiona desde septiembre de 2017 la Escuela de Emprendedoras y Empresarias de Asturias, con sede en Avilés.

- ¿Qué tiene de especial la economía social para que sea un modelo atractivo para quien quiere poner en marcha un negocio?

-Es una herramienta válida y útil para los emprendedores. La economía social hace referencia al emprendimiento colectivo, con al menos dos personas que ponen en común sus conocimientos y habilidades profesionales para poner en marcha una empresa. Estos modelos se adaptan muy bien a ese emprendimiento. Funcionan de tal modo que se facilita el gobierno democrático de la empresa, esto a su vez favorece la colaboración entre las personas y el grado de implicación de esos promotores es mucho mayor que si fuesen asalariados. Está estudiado que los modelos de economía social conducen a un mayor éxito empresarial. La cooperación entre personas se convierte en un factor de producción más que hace que los proyectos sean más exitosos.

- ¿Un modelo válido para cualquier tipo de sector?

-Hay modelos de economía social en todos los sectores, donde no encaja es en las empresas intensivas en capital (una refinería de petróleo, por poner un ejemplo). Vemos empresas de economía social del sector primario, como todo el cooperativismo agrario que está contribuyendo a que ganaderos y agricultores de Asturias tengan mayor rentabilidad y calidad de vida en sus explotaciones. También en el sector industrial, con compañías relacionadas con la automoción, talleres metalmecánicos, producción de menaje... Hay multitud de ejemplos que están funcionando, bien de modelos cooperativistas, bien de sociedades laborales. También en el sector terciario, donde vemos desde empresas más tradicionales, como el comercio, a las más avanzadas en conocimiento, como ingenierías.

- ¿En Asturias prima el cooperativismo en el sector agrario y agroalimentario?

-Hay buena presencia de cooperativas que prestan servicio a agricultores y ganaderos, pero lo que más se está creando ahora mismo está en el sector servicios.

- ¿Al modelo que usted defiende acuden más hombres, mujeres o indistintamente?

-Tenemos cierto equilibrio. Nos hemos hecho cargo recientemente de la Escuela de Emprendedoras y Empresarias y eso ha incrementado el número de mujeres que pasan por nuestras instalaciones, pero sí creo que se puede afirmar que hay más mujeres en economía social que en el conjunto del tejido empresarial en general.

- ¿Resistieron mejor la crisis este tipo de empresas?

-Hay datos y estudios muy interesantes sobre este tema y todos apuntan a que las empresas de economía social han resistido mejor la crisis que la media del tejido empresarial, tanto en lo que se refiere al número de empresas que han cerrado como a la sostenimiento del empleo. En ellas se percibe una mayor implicación por sostener la empresa y se dan ciertas prácticas de distribución de las horas de trabajo sin tener que acudir a los despidos.

- ¿Cuál es el balance al frente de la Escuela de Emprendedoras?

-Fue un honor y una satisfacción que se nos confiara la gestión. Y vemos que fue una idea acertada porque hay muchas sinergias entre lo que nosotros hacíamos y lo que se nos pidió en la Escuela de Emprendedoras. El saber hacer que nosotros ya teníamos en el acompañamiento de proyectos, lo estamos empleando con las usuarias del centro e incorporamos la perspectiva de género. Atendemos las especificidades del emprendimiento femenino, que las tiene. Estamos muy contentos. Hemos organizado una serie de actividades y estamos satisfechos por cómo van saliendo. Por ejemplo, ponemos en contacto emprendedoras que han pasado por la Escuela con empresas ya establecidas de Economía Social. Han surgido incluso ideas de colaboración.

- ¿Cuáles son las especificidades del emprendimiento femenino?

-El pequeño tamaño de los proyectos, generalmente individuales y unas dificultades añadidas que se encuentran las mujeres a la hora de poner en marcha un negocio: les parece que a la hora de negociar con los bancos no tienen la misma acogida (que los hombres), sienten falta de respaldo... Es importante la autoconfianza, que las mujeres que quieren emprender crean en sí mismas, y que no se desanimen en el camino hasta tener la empresa en marcha. Suelen ser procesos de mucho esfuerzo. Son condicionantes sociales que te encuentras a la hora de emprender pero también en una carrera profesional.

- ¿Algo que añadir?

-El Consejo Asturiano de Economía Social también nos pidió que empezásemos a trabajar en áreas de innovación social. Hemos impulsado un ciclo de conferencias y vamos explorando temas de economías alternativas, cuestiones de emprendimiento e innovación social. Es un área nueva para nosotros que está resultando muy interesante.

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