Redoble de tambor. Comienza el entrenamiento. Chispea, pero no importa. El insigne marinero avilesino Pedro Menéndez está reclutando soldados para la conquista de la Florida y son muchos los que quieren enrolarse rumbo a las Américas. A las órdenes del Sargento Salvador, del Grupo de Recreación Histórica del Tercio Compañía de Cristóbal de Mondragón, de Medina del Campo, comienza el adiestramiento para entrar en batalla. Unos usan picas, otros espada, los de más allá arcabuces...

Alrededor de medio centenar de personas llegadas a Avilés de distintos puntos del país recrearon ayer en el parque de Ferrera cómo eran los entrenamientos de los soldados que viajaron con Pedro Menéndez allende los mares hace algo más de cuatro siglos y medio. No dejaron detalle sin tocar para deleite de avilesinos y visitantes que siguieron las maniobras de la tropa. Se escucharon carcajadas: la pelea con picas de madera de cuatro metros en un mundo ahora de drones dio que pensar.

Los militares de Pedro Menéndez llegaron al parque con sus mujeres. Un ejemplo: Pilar Cruz, Maribel Bragado o Cristina Vara. También se metieron en su papel: "Las mujeres acompañamos a los soldados. Lavamos, cosemos, cocinamos. Sin las mujeres los militares no tenían nada que hacer", confesaron. Nuria Rial, Luis Pablo González o Fernanda Crespo, de la asociación de vecinos "Pedro Menéndez", organizadora de la recreación histórica con motivo del 500.º aniversario del nacimiento del marino avilesino, también siguieron las maniobras. Hasta el Ferrera se desplazó igualmente Verónica Camarzana, natural de Jaén, con su hijo Hernán Ruiz de 11 meses. Ella hacía las veces de matrona del ejército de Pedro Menéndez. "Por aquel entonces las mujeres de la época no amamantaban, estaba mal visto, y como morían jóvenes apenas tenían relación con sus hijos hasta que cumplían los cinco años", explicó

Del parque, banderas en alto, militares y ayudantes se desplazaron a la plaza del Carbayo, en Sabugo. Pedro Menéndez (el actor Pablo Castañón) pidió de viva voz ante la mesa de los mareantes hombres curtidos por el mar, duros y de pocos temores para emprender la travesía atlántica hacia Florida. En El Carbayo también se leyeron los preceptos que allá por el año 1565 marcaron el viaje del insigne marinero avilesino, que un 28 de agosto pisó tierra americana tras un largo viaje en el galeón "San Pelayo".

El desfile de Pedro Menéndez por las calles de Avilés no dejó indiferente a casi nadie, aunque la lluvia deslució el colofón festivo. Los avilesinos se mostraron agradecidos por la organización de estos actos. "En San Agustín, en Estados Unidos, Pedro Menéndez es un héroe y ya es hora de que en Avilés se organizara algo en su honor", manifestó Chema Villaboy, que con el grupo de folclore "Pleamar" tuvo la oportunidad de conocer esa ciudad donde nació ese llamado "sueño americano" que es avilesino.