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MANUEL VILAS | Escritor, participa mañana (20.00 horas) en el ciclo Palabra del Niemeyer

"Las palabras de la literatura están llenas, las del mundo político no tienen contenido"

"Di clase en Estados Unidos, un país de gran complejidad; admiro su voluntad de trabajar, la gente lo tiene clarísimo, y en eso nos dan una lección"

Manuel Vilas.

La segunda sesión de la presente temporada del ciclo Palabra que celebra el Centro Niemeyer (mañana, miércoles, 20.00 horas) tiene como protagonista al poeta y narrador Manuel Vilas (Barbastro, 1962). El autor de "Ordesa", su último libro, conversará sobre el escenario del auditorio con el escritor y periodista Jesús Marchamalo y hablarán de la literatura y la vida.

- ¿Cree que la literatura puede cambiarnos la vida?

-Sí, claro que sí. Ha habido corrientes posmoderna que la consideran un adorno inútil, pero yo creo en su utilidad, no como un avión o una autopista, pero sí la de una disciplina artística que muestra lugares de la vida. Sirve para vivir mejor, para comprender el mundo, la historia y los sentimientos humanos. Y, en el caso de "Ordesa", para conocer mejor la familia, ya que muestra una y, a partir de ahí, el lector ve la suya propia.

- Para un escritor, ¿ambos conceptos son inseparables?

-Literatura y vida son lo mismo. Si pensamos que todo lo que ocurre sirve para vivir, no nos volvemos locos; pienso que la vida es maravillosa aún cuando sucedan hechos malos.

- ¿La creación literaria es un proceso doloroso?

-Sí lo es. "Ordesa", por ejemplo, está escrito desde el dolor por la pérdida de mis padres. Es un sentimiento de dolor, pero también lo integra en un proceso de serenidad y de curación. Uno de los objetivos del libro es integrar el dolor en la experiencia de la vida, no se puede despojar de este sentimiento aunque la sociedad y la psicología quiera. Parece que el dolor es un apestado, cuando el natural es parte de la vida.

- ¿Y se puede convertir la literatura en una terapia?

-Desde los griegos, la literatura siempre ha tenido un valor terapéutico en el mejor sentido de la palabra, que enseña los abismos de la condición humana; actúa como catarsis, que es nombrar lo que te duele para así conocerlo. Y es que en el momento que lo conoces estás en situación de poder convivir con ello.

- Se dice que "Ordesa" es su mejor trabajo, ¿qué opina al respecto?

-El libro provoca una lectura muy emocional, el lector se ve a sí mismo y a su propia familia, de ahí que entras en el corazón; el milagro de la novela es que ves tu propia vida.

- ¿Es consciente de que ha calado hondo y que muchos se ven reflejados en su historia?

-Se debe a que el libro recuerda a la gente que lo más importante de la vida son los padres y los hijos, e hijos somos todos. Empecé a escribir "Ordesa" tras la muerte de mi madre en 2014 (mi padre ya había fallecido en 2005) y el sentimiento que queda cuando desaparece el que quedaba es de orfandad absoluta.

- ¿Se podría definir como una autobiografía novelada o una novela autobiográfica?

-La defino como una novela de contenido autobiográfico.

- Compagina la novela con el la poesía. ¿Cómo marida las dos disciplinas?

-Ambas se escriben con palabras; también el articulismo o el ensayo, todos son palabras y lenguaje, palabras usadas para transmitir la vida. La literatura tiene la virtud de tener las palabras llenas, que dicen verdades. Por su parte, el mundo social y político se caracteriza por las palabras sin contenido, sin significados.

- Ha impartido clase en la Universidad de Iowa. ¿Cómo se puede captar el interés de los jóvenes por la literatura?

-Para que la literatura entre en los jóvenes tiene que haber profesores apasionados y no se puede enseñar esta asignatura como las matemáticas o la física, debe de haber una pasión especial.

- ¿Las redes sociales juegan en contra?

-No soy de los apocalípticos que ven en las redes el fin del mundo. Las redes son escritura, significan escribir palabras, y cuando uno escribe tiene que pensar y está en disposición de permeabilidad. Otra cosa son las redes que se convierten en tóxicas cuando se persiguen fines reprobables, uniformidad de pensamientos o no se admite el debate.

- ¿Cómo fue la experiencia americana?

-Estados Unidos es un país complicado, contradictorio y de enorme complejidad. Admiro su voluntad de trabajar y crear, es de emprendedores salvajes; la gente lo tiene todo clarísimo, en esto nos dan una lección. España es un país de acojonados, aquí lo miramos todo cien mil veces y no hacemos nada. El inconveniente que tienen es Trump.

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