Un otoño más, la menor duración de los días trae aparejadas las quejas de los conductores que se ven obligados a circular por la variante de Avilés "a tientas", en palabras de uno de los sufridores de esta carretera que en algunas horas punta de la tarde y la mañana soporta un tráfico intenso como consecuencia de los desplazamientos entre concejos de la comarca, las entradas y salidas de las fábricas y la afluencia al centro comercial de Trasona.

La presencia de agua en el pavimento, que pronto se hará habitual, empeora las condiciones de circulación, que incluso en seco son se ven comprometidas dado el desgaste de la pintura que acusan las señales horizontales y que reduce la visibilidad de las mismas.

Y esto se produce en una carretera que dispone de alumbrado en algunos de sus tramos, si bien las farolas llevan años apagadas, primero porque la jefatura de Carreteras decidió desenchufarlas para ahorrar (eran los años en los que arreciaba la crisis) y luego porque, según el Ministerio de Fomento, la vía no cumple los criterios necesarios para iluminación de carreteras a cielo abierto y túneles.

Desde Foro de Castrillón, ayer se hicieron eco de lo "sangrante" que resulta que una carretera tenga red de alumbrado pero no se use y remarcan que ya se han producido accidentes, algunos relacionados con la presencia de jabalíes que sin luz son "invisibles".