Una llamada de un vecino que limpiaba su jardín en la zona de Samarincha alertó ayer a la Policía Local del hallazgo de un cadáver flotando en el mar en el entorno de la playa de La Ribera. El cuerpo sin vida, semidesnudo y en avanzado estado de descomposición era el de J. A. P. B., el avilesino de 65 años desaparecido a finales de septiembre en el Cabo Peñas, donde dejó aparcado su coche, pero sin más rastro. Todo después, supuestamente, de una discusión familiar.

El hallazgo del cadáver puso fin a tres semanas de búsqueda del desaparecido en el entorno del Cabo Peñas. La Guardia Civil, los efectivos de Protección Civil de Gozón y la Policía Local se emplearon a fondo en dar con pistas que llevaran al paradero del avilesino de 65 años, jubilado desde la pasada primavera. Desde el principio, las fuerzas de seguridad no descartaron ninguna hipótesis y barajaron que el hombre podría haber sufrido un accidente en los escarpados pedreros del punto más al norte de Asturias. Al final, hipótesis al margen, el cuerpo apareció en aguas de Luanco, a cierta distancia de donde se perdió la pista del hombre.

El cuerpo estaba flotando en el agua, boca abajo y a unos 150 metros de la orilla de la céntrica playa luanquina, entre el viejo muelle y la playa de Samarincha. El grupo de rescate de Bomberos del Servicio de emergencias de Asturias llegó a la zona a bordo del helicóptero medicalizado. La llamada alertó del hallazgo pocos minutos después de las 11.00 horas. A las 11.22 horas la Policía Local confirma in situ y a las 11.45, el grupo de emergencias informó que procedían a la operación de rescate.

Una vez en el entorno de la playa de La Ribera, uno de los rescatadores bajó del helicóptero mediante una operación con la grúa. Ya en el agua, evacuó a nado el cuerpo sin vida y en avanzado estado de descomposición hasta la orilla del céntrico arenal donde se procedió a su traslado a la aeronave mediante una operación de apoyo de patín. La presencia del helicóptero generó mucha expectación en el paseo de La Ribera, donde los vecinos atendían cada uno de los movimientos del rescate. "Fueron muy rápidos en actuar, la familia del fallecido seguramente descansó después de la agonía que debe suponer tantos días de búsqueda", comentaba ayer una luanquina que como sus convecinos salió al entorno de La Ribera a grabar y a tomar fotos con su teléfono móvil.

Tras confirmarse que el cadáver pertenecía al avilesino desaparecido hace semanas, algunos luanquinos se preguntaban cómo habría ido a parar el cuerpo a aguas de la bahía de Luanco. "Lo más normal es que si el hombre se cayó en la zona del Cabo Peñas, por norma general, el cadáver debería ir en dirección norte, pero apareció en Luanco y eso debió ser por un cambio de las corrientes", señaló otra de las personas que presenció la acción de los Bomberos desde la barandilla del paseo de La Ribera.

Una vez finalizadas las labores de rescate, el cuerpo fue trasladado a la explanada del puerto deportivo del Gayo, donde la Guardia Civil se hizo cargo de la custodia del cadáver.