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La contaminación bajó durante la humareda según los medidores de Arcelor

El Principado destaca que las condiciones atmosféricas evitaron afecciones por el humo

En contra de lo que cabría suponer, la espectacular humareda que generó durante tres horas el incendio del martes en las baterías de coque no tuvo incidencia sobre la contaminación de Avilés. Muy al contrario: las lecturas realizadas en la mayoría de las estaciones de control de la polución atmosférica, y en especial en la de Llaranes, la más próxima a la instalación afectada por las llamas, fueron mejores en las horas del incendio que en las precedentes.

Según los datos provisionales de la red de control de contaminación del Principado, las partículas contaminantes de menos de 10 micras (PM 10) tuvieron un concentración de 12 microgramos por metro cúbico a las 16.00 horas del martes en la estación de control de Llaranes. A las 17.00 horas, cuando el fuego estaba en su apogeo la concentración había caído a 9 microgramos por metro cúbico. La media del día fue de 27,5 microgramos por metro cúbico, siendo el nivel de alerta 50 microgramos por metro cúbico. En la misma estación medidora de la contaminación, el benceno pasó de una concentración de 0,4 microgramos por metro cúbico a las 16.00 horas a 0,3 microgramos por metro cúbico a las 19.00 horas, cuando el incendio daba sus últimas bocanadas. La media diaria fue de 0,8 microgramos por metro cúbico, muy lejos de los 5 microgramos por metro cúbico que disparan la alarma contaminante.

Esa aparente incoherencia resulta "sorprendente" a ojos del Colectivo Ecologista de Avilés, cuyo portavoz, Fructuoso Pontigo, reiteró lo que lleva denunciando cuatro décadas: "No toda la contaminación es recogida por las estaciones de control; ayer fue un buen ejemplo de esto: hubo durante horas nubes densas de un humo con peligrosa composición de las que no quedó constancia en los medidores oficiales".

El Principado atribuyó a las condiciones atmosféricas de la tarde del martes la dispersión de las nubes de humo a gran altura, de modo que la población no se vio afectada. Respecto a la composición de la humareda, el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, aventuró sus ingredientes: goma quemada y carbón.

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