Una de las consecuencias más graves del incendio de Baterías de Avilés ha sido la ralentización de la producción de arrabio de los dos hornos altos que la compañía Arcelor tiene en su fábrica de Veriña. Una reducción lógica: para convertir el mineral de hierro en arrabio (la materia prima del acero) es imprescindible alimentarlo con carbón coquizado, que es lo que produce la destilería que el pasado martes ardió de manera inusitada, levantando una nube negra que se vio en kilómetros a la redonda. La parada subsiguiente de la coquería hizo necesario que se redujera la producción de arrabio. "En días" -esa es la previsión- los hornos volverán a la normalidad y lo harán con coque importado. Arcelor Asturias ha pedido dos barcos a la fábrica de la localidad francesa de Dunquerque. "Lo que tarden en llegar será lo que tarden en recuperar sus producciones respectivas los hornos altos de Gijón", señalan desde la compañía.

Mientras tanto, los trabajos de reparación de las baterías de coque de Avilés han obligado a la compañía Daorje, la principal de las auxiliares que atiende la gran siderúrgica, a reorganizar su plantilla. "La prioridad es reparar la avería", destacan en medios sindicales. Para alcanzar esa meta la empresa ha colocado a un centenar de los suyos en la coquería. Al personal habitual ha sumado trabajadores de otros talleres de Arcelor. No ha precisado de nuevo personal.

Los trabajos de recuperación de las baterías se centraron ayer, principalmente, en salvar las series de la una a la tres, las más afectadas por el siniestro que hizo temblar a la comarca esta semana. "Salvar" significa poder cargarlas de gas para procurar que alcancen los 900 grados centígrados. Esa temperatura es la óptima para evitar el colapso de los hornos. Los trabajadores de la instalación a esto lo llaman "parada en caliente". En esta posición los ingenieros pueden valorar efectivamente la recuperación de la producción. Actualmente, destilan carbón en las líneas cinco, seis, siete y ocho. La cuarta se salvó y las tres primeras, anoche, estaban a un pelo de lograrlo.

Las dificultades encontradas por los trabajadores destinados en las maniobras han sido gigantes. El colector de gas principal de Baterías quedó inutilizado el martes pasado cuando cayó sobre ella la galería que alimenta la torre número 1. Lo que ayer hicieron fue trabajar con una nueva tubería, de menores dimensiones. Arreglar el colector principal está descartado por su elevada carestía, significaron desde la empresa

En cuanto al desescombrado, la empresa tiene previsto ponerse a ello la próxima semana. De momento, ha aislado la "zona cero" del siniestro por razones de seguridad. La galería que colapsó sigue colgada de la torre como de un hilo. La empresa no ha decidido aún cómo va a proceder a su desmontaje. Arcelor sigue necesitando coque para mantener su actividad siderúrgica.