La popular escultura "La Monstrua" se moderniza. Amado González Hevia, "Favila", creador de la imagen en bronce de Eugenia Martínez Vallejo, ha decidido darle un aire minimalista a la figura instalada en 1997 en la calle Carreño Miranda esquina con La Estación. La voluminosa joven tantas veces fotografiada por quienes visitan la ciudad contará próximamente con dos elementos que contribuirán a hacerla más llamativa. La manzana que sujeta en la mano izquierda a la altura del pecho pasará a ser de color rojo y la que soporta en la derecha mantendrá el tono averdosado que ha adquirido la aleación metálica con el paso del tiempo. También de rojo intenso será el ratón que sustituirá al que en los primeros tiempos de vida de la escultura ocupaba la peana, a escasos centímetros de los bajos del vestido de la mujer y que muchos ciudadanos habrán olvidado o quizás no conocido nunca al haber sido sustraído. De su existencia sólo queda el perno que lo fijaba a la piedra que sirve de base al conjunto escultórico. El nuevo roedor cambiará de imagen, será completamente distinto al anterior ya que tendrá unas formas geométricas muy contemporáneas que contrastarán con la Monstrua barroca basada en uno de los cuadros pintados por Carreño Miranda.
"Es la primera vez que voy a intervenir en una obra mía", afirma el artista natural de Grado, ilusionado con esta iniciativa que nació con la convocatoria del premio "Avilés de vanguardia" que otorga la cadena SER. La emisora pidió a Favila permiso para utilizar la Monstrua en el trofeo que iba a entregar a los galardonados. "Cuando me lo plantearon vi que el nombre del premio chocaba con una obra tan antigua, así que pensé en darle un aire actual; me acordé del ratón que había acompañado durante un tiempo la obra y quise convertirlo en algo de vanguardia, como reza el premio. Pero había que buscar una conexión con el ratón geométrico y ahí estaba la manzana; el paso siguiente fue la elección del color, rojo anaranjado por ser el complementario del verde azulado de la pátina de bronce de la escultura", explica el autor.
El resultado de la propuesta artística basada en dos elementos en rojo es visible en el trofeo que concedió la emisora avilesina. Una vez que la fundición Auriga, radicada en el polígono empresarial Principado de Asturias, funda el ratón en bronce e impregne la manzana con una pátina roja, podrá ser contemplada en su ubicación del barrio de Sabugo.
Este cambio de imagen de la Monstrua, pequeño pero que no pasará desapercibido para quienes se acerquen a la figura, ha sido aceptado por la alcaldesa Mariví Monteserín, que conoció el proyecto por el propio artista. La idea de modernizar la Eugenia Martínez Vallejo que Carreño Miranda plasmó sobre el lienzo a finales del siglo XVII y Favila inmortalizó en bronce como homenaje al pintor avilesino de la corte del Carlos II, ha sido largamente meditada por el autor. "Cambia el toque personal que ya había introducido en un principio, ese ratón que decidí incorporar cuando se estaba fundiendo la escultura y vi un pequeño roedor de prado rondar por el entorno; ahí surgió la idea", relata el pintor, escultor y profesor de la Escuela de Artes y Oficios que acaba de ser nombrado Hijo Predilecto de Grado.
Para evitar por segunda vez la pérdida del ratón, el animal contará con una sujeción muy firme de manera que "el que quiera marchar con él va a tener que llevarse la piedra entera", señala Favila junto a la Monstrua, personaje peculiar que despierta simpatía entre cuantas personas la contemplan.
El artista reconoce que tiene curiosidad por la reacción que tendrán los vecinos cuando vean los nuevos detalles que darán color a la obra. "He intentado repartir el protagonismo entre el ratón y la manzana con coherencia y ahora espero que el pueblo participe en el cambio; si gusta y gana protagonismo, estupendo, si pasa desapercibido, bien también", comenta el escultor, que no ha querido bautizar al nuevo inquilino del pedestal de la Monstrua. "En Asturias hay mucho ingenio y retranca, así que seguro que surgen ideas", concluye Favila, que ha disfrutado reinterpretando la obra que creó hace tres décadas. "Primero se tiene una visión, pero con el tiempo cambia; es una evolución natural".
