El centro sociocultural de Villalegre se llenó ayer de vampiros, muertos vivientes y demás criaturas terroríficas. No es que se desatara el caos en el barrio avilesino, sino que la asociación de vecino El Maparapico organizó su propia fiesta de Halloween. En la celebración participaron cerca de 40 niños, a los que hay que sumar los padres de los retoños, por lo que la afluencia fue masiva. En la fiesta actuó un mago, que realizó una demostración mágica y también un pintacaras para los pequeños.