Ingeniería Montajes del Norte, S.A. (IMSA), empresa auxiliar de Asturiana de Zinc y a la que pertenecían los tres trabajadores ahora en huelga de hambre, emitió ayer un comunicado en el que destaca que el protocolo de servicios médicos dirigido a sus empleados con motivo de la intoxicación por mercurio "ha sido cumplido íntegra y fielmente". Igualmente, indica que la atención sanitaria de los empleados "es y ha sido prestada, tanto por Fremap, mutua de IMSA, como por parte del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) en virtud del convenio suscrito con absoluta diligencia y profesionalidad, con la periodicidad y atención que los facultativos médicos entienden". Y añade que "están siendo llamados todos los trabajadores para una revisión, según la regularidad marcada, en las instalaciones de Silicosis".

A pesar de los cuidados sanitarios recibidos hasta el momento, los afectados por la intoxicación de mercurio insisten en reclamar tratamientos médicos especializados. "He perdido la audición de un oído, tengo problemas visuales y urológicos, además de artrosis y párkinson", relataba ayer David Román, animado por la alta concurrencia en la movilización. "Esto se hace duro, estamos bajos de fuerzas, dormimos mal, pero estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias", añadía Carlos Martínez, junto a Víctor Caloto, instalados en una caseta cedida por el Ayuntamiento de Castrillón, que también les facilitó la instalación de luz para colocar un radiador.