Avilés se juega mucho. Asturias también. Lo saben todos en la ciudad y por eso la mayor parte de los comercios avilesinos han bajado la persiana para unirse a una protesta que esperan resuene tan fuerte que despierte las conciencias de los que han de tomar la decisión sobre el futuro de las plantas de Avilés y de La Coruña. El trabajo de mucha gente está en juego.