Los trabajadores intoxicados por mercurio en las instalaciones de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) recibieron ayer del Principado un programa de atención sanitaria que "pinta bien", según dijeron, pero que van a estudiar este fin de semana para "dar respuesta el lunes". Eso dijo Dori Martínez, la portavoz de la Asociación Asturiana de Intoxicados por Metales Pesados y Agentes Químicos, el colectivo que agrupa a buena parte de los afectados por el envenenamiento hace seis años. "El acuerdo es complejo, lo tenemos que estudiar bien, no queremos dar una respuesta a la ligera", reiteró Martínez, que adelantó que el protocolo es sanitario y lo desarrollarían conjuntamente el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y la mutua del trabajo que atiende a los afectados.

Los afectados cumplieron ayer su undécimo día de ayuno voluntario (en 2013, la huelga de hambre que desarrollaron también a las puertas de la fábrica de Asturiana de Zinc duró catorce días). "Tras estudiar el informe, ellos van a decidir si levantan la huelga. Físicamente, están muy mal: han perdido mucho peso, pero estos seis años de penuria han sido para ellos como veinte para nosotros", dictaminó Martínez. "Desde el punto de vista anímico la cosa va mejorando: las visitas y los compromisos de los diputados Édouard Martin y, esta mañana (por ayer), de Rafael Mayoral, les hacen ver que su lucha va teniendo sentido", señaló la portavoz del colectivo, hermana del presidente del colectivo.

"Parece mentira que la FADE salga diciendo que amenazamos a una gran empresa: son tres obreros en huelga de hambre porque piden la atención médica que les habían prometido. Cuando cayeron 49, no se pronunciaron. Y ahora van en socorro de la gran empresa. Se descalifican ellos mismos", dijo Martínez. "El comunicado de los empresarios contra nosotros sí que es una posición de fuerza", determinó la portavoz de la asociación.

Antes de la reunión de los afectados con el gerente del Sespa, los tres huelguistas de hambre recibieron en su campamento de San Juan de Nieva al diputado nacional Rafael Mayoral (Podemos). "Nos dio todo su apoyo, nos dijo que nuestra lucha la podíamos llevar al Congreso de los Diputados. Martin nos dijo que él se comprometía a llevar el conflicto a Europa. Los dos nos dijeron que no se podía comprender que pudiera pasar esto a estas alturas", determinó la portavoz de un colectivo de trabajadores que se hizo presente en la tarde noche del jueves en la gran manifestación contra el cierre de la multinacional Alcoa.