Se acerca el descanso en el partido de la Tercera División de alevines entre Los Campos y el San Julián de Roces. De repente, un pequeño del equipo gijonés comienza a tambalearse y saltan todas las alarmas. Era Óscar Iglesias, de once años, que ayer dio un tremendo susto por una indisposición en La Marzaniella. Necesitó la intervención de una UVI móvil y un chequeo en el centro de salud de Las Vegas para descartar cualquier afección cardiaca. Al final, solo fue un bajón de azúcar, aunque al padre del pequeño, José Luis Alonso, aún le dura el impacto: "Pensé que se me moría el guaje".

Tras sentirse indispuesto, el pequeño del San Julian de Roces fue inmediatamente sustituido. Sin embargo, una vez terminado el choque, su malestar persistía. Cuentan los presentes que llegó a perder la visión y que se encontraba pálido y desorientado. Fue entonces cuando saltaron todas las alarmas. Más teniendo en cuenta que esta misma semana, en Pravia, Pedro Peláez, infantil del conjunto local, falleció de muerte súbita, aunque fuera de los terrenos de juego.

El suceso dejó al menos una cara amable y fue la intervención del segundo entrenador del equipo de Los Campos, Luis Menéndez. "Al terminar el partido, fue a preguntar qué tal estaba y me sorprendió que todavía estuviera desorientado y pálido. Llamamos al 112 y vino la doctora del centro de salud de Las Vegas y la UVI móvil. Al final todo quedó en un susto", relata el técnico de 51 años, que acompañó a la familia gijonesa en todo momento, durante el amargo trance, tras el partido de ayer por la mañana.

Y cuando se dice en todo momento, es en todo momento, porque tras pasar por el centro de salud de Las Vegas y descartar cualquier problema, Menéndez, que estuvo presente en el lugar, cogió su coche y acercó a la familia de Óscar Iglesias de vuelta a su domicilio en Gijón. "Ellos habían venido en autobús y era lo menos que podía hacer, no se iban a coger un taxi y en estos casos, estamos para ayudar", apunta el técnico.

El gesto emocionó profundamente al padre del pequeño gijonés, que se deshizo en elogios ante la forma de proceder de Menéndez. "Para nosotros ha sido muy emotivo, un gesto muy humano que demuestra la categoría de Los Campos. Les estaré eternamente agradecidos", señaló.

No ha sido el único partido de categorías inferiores en la comarca de Avilés donde ha sido necesaria la intervención de las asistencias sanitarias. Ayer por la mañana, en La Toba, un cadete del Covadonga, Miguel Aizpiri, fue evacuado en ambulancia tras golpearse en la cabeza con un compañero. Tras un chequeo, todo quedó en otro susto.