David Peláez se ha sumado a la huelga de hambre que llevan a cabo desde hace hoy catorce días Víctor Calota, David Román y Carlos Martínez. Su presencia en el campamento de lucha de los intoxicados por mercurio redobla las fuerzas maltrechas de sus compañeros intoxicados. Los cuatro obreros y otras 45 personas hace seis años que viven las consecuencias nefastas del envenenamiento por metales pesados, unas afectaciones que contrajeron cuando en la segunda mitad de noviembre de 2012 hacían labores de mantenimiento en la planta de Asturiana de Zinc de San Juan de Nieva.

"No hay manera de que renuncien a la huelga, están muy mal. Les dan vahídos, tienen flojera en las piernas... Dicen que van a salir de aquí en ambulancia", denunció Dori Martínez, la portavoz de la asociación que agrupa a buena parte de los afectados del accidente laboral más importante de Europa "no sólo por la cantidad de gente afectada, también por las consecuencias, que no disminuyen, que se agravan cada año", advirtió Martínez. "Hago un llamamiento a los políticos para no tener que ver cómo dejan la huelga por la fuerza", apostilló.

Y entre los políticos a los que los envenenados por mercurio se dirigen está el gerente del Servicio de Salud del Principado. Esta pasada semana transmitió a los huelguistas la voluntad del Gobierno de intervenir. Para ello, les presentó un convenio médico a los tres huelguistas de hambre. "Ese convenio pintaba bien, pero lo hemos leído cláusula a cláusula y hemos descubierto que lo limitan temporalmente al 31 de diciembre de 2020. Es absurdo. ¿No se dan cuenta de que las consecuencias son más graves según avanza el tiempo?", se preguntó la portavoz del colectivo, hermana mayor, asimismo, del presidente de la asociación y una de las personas en huelga (Carlos Martínez). "La otra vez ofrecieron un convenio de por vida. ¿Cómo se atreven ahora a ofrecer sólo dos años? ¿Qué nos quieren, cada dos años en huelga de hambre?", se preguntó.

Los afectados por el mercurio en huelga de hambre se enrocan en su petición de atención médica especializada de por vida porque aseguran que los doctores no especializados "no saben cómo tratar las intoxicaciones por metales pesados", denunció Dori Martínez. "Renunciamos al toxicólogo y pensamos en cómo buscarlo por nuestra cuenta, pero lo que no podemos es renunciar al resto de la atención médica", añadió Martínez.

La huelga de hambre iguala hoy los días de protesta llevados a cabo en 2013, también en las puertas de la tercera fundidora de cinc más importante del mundo.