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Azsa tuvo "incumplimientos de seguridad importantes" con el mercurio, dice el juez

El Tribunal Superior rechaza una rebaja de la sanción al entender que "los hechos fueron muy graves", y los perjuicios a los trabajadores, "indudables"

De izquierda a derecha, David Román, Víctor Calota, David Peláez y Carlos Martínez. MARÍA FUENTES

La empresa Asturiana de Zinc (Azsa) infravaloró las consecuencias que podía generar el mercurio en los organismos de los trabajadores que hace seis años acudieron a sus instalaciones para realizar labores de mantenimiento en dos intercambiadores de calor que dan servicio a la planta de tostación número IV. Como consecuencia de esto, la Inspección de Trabajo calificó el accidente de "muy grave" y, en consecuencia, propuso una multa a la multinacional de medio millón de euros. El Principado, sin embargo, decidió rebajar la sanción a 380.000 euros. La compañía, pese a ello, demandó al Gobierno regional buscando que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) bajase la calificación. La sala de lo social del tribunal ha sentenciado en contra porque "la gravedad intrínseca de los incumplimientos protagonizados por la empresa y las consecuencias que de ellos se derivaron, hacen completamente inviable que se rebaje la infracción para imponer una de menor entidad".

En los fundamentos de la sentencia se recoge también que, a juicio de la sala, "los hechos sancionados han sido muy graves, los incumplimientos en materia de seguridad importantes, la falta de coordinación entre las empresas palmaria e indudable el perjuicio causado a los numerosos trabajadores afectados". Fueron 49, todos empleados por la empresa Ingeniería Montajes del Norte (Imsa). Tres de los afectados llevan en huelga de hambre catorce días en una caseta junto a la factoría; y un cuarto se incorporó este fin de semana a la reivindicación.

La empresa Asturiana de Zinc, aparte de demandar al Principado, llevó a juicio a un grupo de afectados -entre ellos, los tres primeros huelguistas-. Fundamentó su reclamación en que "la calificación de la infracción como muy grave no resulta justificada y menos aún, apreciando circunstancias agravantes". Según la sala de lo social del TSJA, "sostiene que el riesgo de exposición a mercurio fue evaluado dentro del concepto 'materiales pesados' lo que constituye un defecto formal y, por ello una infracción leve, en grado mínimo, porque ese hecho no fue la causa de la intoxicación". Aduce también que, "en otro caso, y teniendo en cuenta el contenido de la sentencia penal, debería calificarse de infracción grave, en grado mínimo, sin circunstancias agravantes". Reconoce al final que, "a lo sumo, para el caso de confirmarse como muy grave, el Tribunal debería graduar la sanción y rebajarla al grado mínimo, en atención al principio de proporcionalidad".

El alto tribunal rechaza todo esto diciendo que la defensa presentada por la empresa son, en realidad, "alegaciones sesgadas y extraídas de la parte de la resolución que favorece su tesis que, no solo no se ajustan a la realidad, sino que colisionan frontalmentecon las tajantes y detalladas aseveraciones de los hechos probados" en la sentencia penal que condenó al técnico de prevención de Imsa y al responsable de la obra -que es el jefe del departamento de tostación de Asturiana de Zinc. Por todo esto, el TSJA desestima la pretensión de la compañía de una rebaja en las sanciones. La compañía fundidora puede recurrir al Supremo.

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