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El nacimiento del Reloj se pone en hora

La luanquina Rosa Somoano diseña varias figuras nuevas para el belén a tamaño natural, que se inaugurará el 15 de diciembre

Rosa Somoano posa delante de varias figuras de su nacimiento en el local de la calle Marcelino Rodríguez.

A María, José y el Niño le están creciendo los pastores. El nacimiento a tamaño natural que desde hace una década engalana el frontal de la Torre del Reloj contará con nuevos personajes. Su creadora, Rosa Somoano, avanza que se trata de dos niños, una aguadora y tres pastores, por ahora. La luanquina ultimará estas semanas previas a la Navidad las figuras en un bajo que hace años acogió una entidad bancaria y que ahora hace de almacén improvisado y cuarto de operaciones, donde la mujer echa rienda suelta a la imaginación para sorprender año tras año a luanquinos y foráneos con un portal de Belén digno de las grandes ciudades. Y eso que el espacio está en precario: sin luz corriente, ni agua.

El nacimiento de la Torre del Reloj se empezó a montar hace una década con poco más que los personajes típicos de cualquier Belén: la Virgen María, San José, los tres Reyes Magos y algún que otro pastor. Sin embargo, con el paso de los años, Somoano fue añadiendo figuras hasta llegar a contar con medio centenar de integrantes y para seguir sumando.

La creadora destaca que, en los inicios, "era un nacimiento muy marinero". "Tenía cuatro barcas, pero fueron desapareciendo porque sus dueños se deshicieron de ellas. Ahora incluyo más escenas de mercado y personajes como el cestero, la castañera...", relata. El portal de Belén parece seguir la misma senda que la sociedad luanquina, históricamente ligada al sector pesquero, que en las últimas décadas está en horas bajas, al igual que ocurre en otros pueblos pesqueros asturianos.

Somoano adelanta que las figuras se mudarán del local de la calle Marcelino Rodríguez a la vera de La Ribera el 10 de diciembre, pero no será hasta el mediodía del domingo siguiente, día 16, cuando el párroco de Luanco haga los honores de inaugurar el nacimiento después de la misa matinal.

Crear nuevas figuras no es el único cometido de la luanquina, ya que también deberá poner a punto a los animales. "Estoy arreglando la vaca y el buey porque el año pasado se subieron encima de ellos y los rompieron", lamenta la mujer, que espera que estas navidades no tenga que lamentar pérdidas artísticas por comportamientos incívicos.

El hecho de crear una estampa navideña singular de manera totalmente altruista lo hace por simple "satisfacción personal y amor a Luanco", confiesa. Al cariño con que Somoano realiza esta labor se une a la experiencia. No en vano, la mujer fue la encargada de preparar una escena similar durante 18 años en la plaza de la catedral de Oviedo por encargo del Ayuntamiento de la capital del Principado.

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