"El terrorismo está mucho más cerca de lo que podemos pensar. La sociedad tiene que tomar conciencia de la amenaza a la que nos enfrentamos", advierte Pablo Vázquez, analista y delegado en Asturias de CISEG (Comunidad de Inteligencia y Seguridad Global). Y esa amenaza no es otra que la de los grupos terroristas yihadistas que España "aún está a tiempo de frenar" siempre que aplique algunas medidas, como el facilitar la integración social y económica de la población musulmana, la lucha contra la islamofobia y los movimientos radicales o la promoción "del verdadero Islam" ya que es "una religión de paz". Vázquez, que participó el pasado jueves en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, aseguró que los dirigentes políticos y los cuerpos policiales también tienen que tener "un control efectivo de las corrientes religiosas afines a la yihadista en Occidente" y "unidad de acción en la lucha internacional contra los grupos yihadistas".
El analista explicó cómo están funcionando estos grupos yihadistas, que utilizan las redes sociales para difundir su propaganda, sus manuales para fabricar explosivos, para explicar cómo actúan los "lobos solitarios"... "De todo. Se calcula que hay 30.000 canales de redes sociales. Es imposible ponerle puertas al campo", reconoció. El experto abordó la situación en Siria, "un problema complejo y difícil de entender" y donde están actuando muchas grandes potencias, como Estados Unidos, Rusia, China,... "con segundas intenciones". "Hoy por hoy, no hay solución posible pese a estar todos de acuerdo en echar a los yihadistas de allí. Es un auténtico polvorín complicado de controlar", aseguró Pablo Vázquez.
El analista explicó cómo actúan estos grupos terroristas yihadistas, que ahora están en expansión por África y Asia: "Buscan gobiernos inestables y el apoyo de la población musulmana y de grupos insurgentes, a los que adiestran. Y con ataques terroristas, son capaces de desestabilizar y empezar a controlar los recursos económicos". Su forma de lucha es con las técnicas "hit and run", que son pequeños grupos armados, que eligen objetivos "asequibles" que atacan rápidamente para ocultarse entre la población local.
¿Y qué pasa en Occidente? "Aquí aún no hay un conflicto militar, pero en el futuro sí está entre sus objetivos. Va a haber un aumento paulatino de atentados y buscarán el reclutamiento de jóvenes musulmanes de segunda y tercera generación -chicos nacidos en España y con padres y abuelos con profundas creencias en el Islam-. En España aún estamos a tiempo de pararlo pero en Francia, Inglaterra o Bruselas ya es imposible", reconoció.
Vázquez explicó que lo que hacen es fomentar las guerrillas urbanas en suburbios de población musulmana lo que, a su vez, contribuye a la islamofobia y a reacciones "hostiles" de la ultraderecha. "Esto les viene bien, porque ante ese recelo ante los musulmanes del resto de la sociedad, crece la agresividad de estos hacia occidente y es un caldo de cultivo para que aparezcan los reclutadores para darles todo aquello que Occidente les niega".
