Los vecinos de, al menos, dos bloques de pisos del barrio de La Texera, en Versalles, han denunciado ante la Policía Nacional que las cerraduras de las puertas de varios de sus pisos amanecieron hace unos días llenas de palillos. Según fuentes vecinales, los pequeños objetos de madera fueron introducidos durante el pasado jueves en las ocho casas que suman el portal número 25 de la calle Fruela y el número 4 de Favila. Los residentes se percataron de la situación al intentar abrir con su llave. Consideran que se trata de un acto vandálico, aunque no descartan que haya podido ser un intento de robo.

"Creemos que es un acto de vandalismo nada más. Por lo que sabemos, nadie echó en falta nada de sus casas", comenta una de las vecinas de los bloques afectados. Y añade que se percató de que alguien había metido un mondadientes en su cerradura hacia las 19.00 horas del pasado jueves. Estuvo cuatro horas sin poder entrar, hasta la llegada del cerrajero.

Otros vecinos pudieron extraer por sí solos los palillos que les impedían acceder a sus casa. Según aseguraron ayer los afectados, al menos una pareja denunció los hechos en la comisaría de la Policía Nacional de Avilés el pasado jueves. Otros decidieron denunciar el caso ayer, ante la posibilidad de que fuera un intento de robo. Algunos de los damnificados aseguran que los autores del presunto acto vandálico entraron al portal al comprobar que la puerta de entrada estaba abierta.

La introducción de palillos en las cerraduras es una práctica habitual en robos en viviendas. Los ladrones que emplean esa técnica evitan "ser pillados in fraganti" en el interior de los domicilios al taponar la cerradura para que nadie pueda abrir con una llave. En casos similares registrados en algunas ciudades españolas, los cacos que usan esa técnica la combinan con otra que consiste en utilizar una pieza de plástico sobre el pestillo de la cerradura para liberarlo y abrir. En ocasiones, los ladrones también usan pegamento o silicona con el mismo fin.

En este caso, la acción se centró solo en la colocación de palillos en las cerraduras, según los propios afectados.