"Creo que la vida viene del espacio", señaló Luis Miguel Rodríguez Terente, director conservador del Museo de Geología de la Universidad de Oviedo, al comienzo de la conferencia que ayer ofreció en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés sobre los meteoritos, asteroides e impactos. En un acto organizado en colaboración con la Sociedad Geológica Asturiana y ante una sala abarrotada de público, el geólogo ofreció un repaso a los cuerpos que caen del cielo desde el primero descrito en Europa (Alemania), en 1492.

En su intervención en el palacio de Valdecarzana, habló de los dos tipos de meteoritos existentes (los procedentes de asteroides no diferenciados y aquellos que llegan sobre todo del cinturón asteroide entre Marte y Júpiter) y de los cráteres de impacto que provocan la caída de un asteroide. Sobre estos últimos, dijo que hay censados 190 y resaltó algunos de los más relevantes, como el de Nordlingen, en Alemania, de 24 kilómetros de diámetro, o los de Lonar (India) y Manicouagan (Canadá). Habló del más grande, que se encuentra en Sudáfrica, y "que se descubrió al explotar oro" , así como del de Chicxulub (en la península de Yucatán), "que la empresa Pemex encontró cuando buscaba petróleo".

Al referirse a los meteoritos, Rodríguez Terente citó el mayor encontrado en la tierra, en Hoba (Namibia), "muy abundante en níquel, de 66 toneladas". Y de los españoles resaltó los dos que cayeron en Asturias, uno en Oviedo y otro en Cangas de Onís. De este último, que alcanzó suelo en diciembre de 1866, explicó que se recogieron 22 kilogramos que están repartidos por 25 museos del mundo. El de Geología de la Universidad de Oviedo "cuenta con una docena de elementos, la mayor representación del meteorito de Cangas de Onís del mundo", concluyó el profesor.