El director de cine Woody Allen y el cantante Joan Manuel Serrat no declararán como testigos en el juicio del "caso Niemeyer", como había solicitado el abogado de J. P., exmujer de Natalio Grueso. La Audiencia Provincial ha rechazado la participación de los artistas ya que considera que sus testimonios son "innecesarios" para dilucidar posibles responsabilidades penales tanto del exdirector del centro cultural avilesino como de su expareja. Grueso afronta una pena de cárcel de 11 años mientras que J. P., de dos años y seis meses. El juicio se celebrará en febrero.

La Audiencia explica en un auto fechado el pasado mes de noviembre que su rechazo a esa prueba testifical se debe a que en el juicio se analizará la supuesta complicidad de J. P. en la posible conducta de malversación de caudales públicos durante la etapa de gestión de Grueso y no sus relaciones de amistad. Para la Sala, es "intrascendente" la aportación de Allen porque alega que no se ha cuestionado las relaciones que J.P. mantiene "con diversas personalidades del ámbito de la cultura internacional". Los hechos que puede relatar el cineasta neoyorkino sobre su relación con Natalio Grueso y J. P. no constituyen "el objeto de debate", advierte el tribunal en el auto, sin que se haya determinado en qué medida su testimonio puede afectar al derecho de defensa.

El abogado Luis Tuero, defensor de J.P., había propuesto las declaraciones Allen y Serrat en la vista oral sobre las cuestiones previas del juicio con la entrega de sendas cartas. El tribunal desestimó la de Serrat al remitirse a la jurisprudencia que señala que el juez no está obligado a admitir todo lo que cada parte estime pertinente, sino los que el juzgador valore "libre y razonablemente como tales" y las testificales solicitadas por J. P. se representan "innecesarias".