La inspección técnica de los bloques de pisos con más de cincuenta años, la conocida como "ITV de los edificios", encara este mes su recta final. Tras las comprobaciones de varios arquitectos, el grueso de los edificios del barrio de Llaranes cumple con las condiciones de habitabilidad; sin embargo, se dan casos de inmuebles que presentan importantes deficiencias en su estructura. Al parecer, el excesivo peso de los tejados de algunos bloques de Llaranes ha afectado al estado de las vigas maestras, diseñadas originalmente para cargar con menos peso.
"La mayor parte de las viviendas están en buen estado; si no fuera así, acabarían tirando abajo el poblado. Pero hay bloques donde han detectado problemas que habrá que arreglar", señala Gabriel Alzola, presidente de la asociación vecinal "Santa Bárbara" de Llaranes.
La "ITV de los edificios" afecta a todo Avilés, con especial atención a los núcleos vinculados con el desarrollo industrial de finales de los años cincuenta. A 31 de diciembre, los vecinos de 1.231 bloques levantados hace más de 50 años deberán contar un informe de evaluación de sus inmuebles. En un principio, la "ITV de los edificios" tenía que estar pasada el 30 de junio; sin embargo, el Principado concedió una prórroga de seis meses.
Los informes de los edificios son elaborados por un arquitecto o aparejador que analizan la "cimentación, la estructura, la fachada, las cubiertas y las instalaciones en general de cada inmueble. Tras esas comprobaciones, el examinador tiene que emitir otro documento si el resultado de la inspección es favorable o desfavorable. En caso de suspenso, el evaluador debe indicar las posibles causas de los problemas encontrados, señalar a la comunidad de propietarios las soluciones o reparaciones a efectuar y establecer un plazo para que se subsanen. Una vez pasado ese tiempo, el inmueble debe presentarse a un nuevo examen. De no hacerlo, los propietarios pueden enfrentarse a una sanción municipal.
La mayoría de los problemas que presentan los edificios son humedades fácilmente solucionables, sin embargo hay inmuebles en el Nodo que su reforma integral puede llegar a costar más que la vivienda en sí por múltiples razones.
En Llaranes, los vecinos reclaman una línea de ayudas para echar una mano a las familias con escaso poder adquisitivo y con notables deficiencias en sus viviendas. "En el barrio hay viudas y jubilados con una pensión baja. Una ayuda para esas familias sería imprescindible", apunta el dirigente vecinal de Llaranes. Por el momento, el gobierno del PSOE ha incorporado al borrador de presupuestos una línea de subvenciones cifrada en 100.000 euros para ese concepto y Somos ha pedido un incremento sin cuantificar, precisamente para echar una mano a las familias con necesidades que habitan en inmuebles con más de cincuenta años que tienen deficiencias estructurales.
