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La llegada de nuevas aves a la ría crece sin parar por la recuperación ambiental

Los expertos detectan un gran aumento de la biodiversidad, aunque avisan de un menor número de ejemplares por el cambio climático

Avistamiento de aves en la bocana de la ría. Miki López

Los ornitólogos y observadores de las aves en general que llevan la cuenta de su presencia en la ría de Avilés concluyen que, fruto de la paulatina mejora ambiental del estuario y su entorno, la diversidad de las especies anidantes o de paso ha crecido de forma exponencial recientemente. La contrapartida negativa es que se percibe una disminución del tamaño de las colonias o bandadas de pájaros, un hecho que los expertos en vida animal atribuyen al cambio climático.

El blog especializado en aves "Páxaros en la ría de Avilés", realizado por los colaboradores del grupo ornitológico Mavea, daba cuenta el pasado día 3 de la llegada simultánea a la ría de dos especies ciertamente inusuales por estos lares: un vencejo pálido y una focha. "Ya es raro avistar un pájaro nuevo, pero dos en un día es algo extraordinario", comentaron los aficionados a la observación de aves, que últimamente suelen llevarse muchas alegrías de este tipo.

"Efectivamente, la ría de Avilés está ganando en cuanto a variedad de especies presentes. Creemos que esto es consecuencia de una mejora de la biodiversidad a todos los niveles, el aumento de la riqueza en todos los eslabones de la cadena trófica -algo que es una realidad en la ría- trae asociada la llegada de nuevos tipos de pájaros que ahora encuentran un alimento que antes no había o un hábitat idóneo para sus necesidades antes inexistente", comenta César Álvarez Lao, miembro de Mavea.

Un ejemplo de lo anterior es la relativa novedad que supone ver ejemplares de reyezuelo sencillo en la parte baja del estuario. Según Álvarez Lao, "este pájaro suele verse en otras zonas costeras, pero era infrecuente en Avilés". "Su presencia actual tiene que ver con el desarrollo de una zona arbustiva en las inmediaciones de la playa de San Balandrán, un tipo de vegetación que estas y otras aves aprovechan para guarecerse y hacer los nidos. A ojos de los humanos, alguien podría pensar en la conveniencia de desbrozar para limpiar la duna de San Balandrán, pero eso sería contraproducente para la colonia local de reyezuelo sencillo", añade.

El vencejo pálido observado a primeros de mes en la ría fue auxiliado por la persona que lo halló, pues tenía una herida cerca de la cola. En paralelo a ese avistamiento, otros observadores "ficharon" ese día la presencia de la ya comentada focha (una especie que muy pocas veces se prodiga en el estuario avilesino), cercetas (hasta 80), limícolas como chorlitos grises, correlimos comunes o zarapitos reales y martines pescadores.

En paralelo a la ganancia de biodiversidad -"despacio, pero sin pausa, la ría va tendiendo a parecerse a lo que debió de ser en otros tiempos, cuando no había rastros de contaminación en ella", señala Álvarez Lao-, los ornitólogos asturianos que frecuentan los puntos de observación del estuario advierten del progresivo descenso del número de aves que pasan en peregrinación o invernan en la zona. David Díaz, de Mavea, vincula esta realidad con el cambio climático. Y lo hace por partida doble: "Las condiciones de temperatura en la zona ártica complican la cría y reproducción de algunas especies, que ven reducido el número de ejemplares en edad juvenil o adulta. Y en cuanto a los cambios de hábitos, también relacionados con la temperatura, se constata que muchas aves no vienen porque se quedan a pasar el invierno en el norte o no bajan tan al sur como antaño".

Los miembros de Mavea señalan como principales focos de interés ornitológico de la ría su recuperado tramo alto "en especial entre el Hospitalillo de Llaranes y La Marzaniella", un oasis para ánades (patos y similares), y el monumento natural de Zeluán-Llodero. La gran esperanza del colectivo es que prospere el proyecto de recuperar las marismas de Maqua, cuya desecación a mediados del siglo pasado acabó con gran parte de su riqueza biológica.

Una plataforma ecológica y ciudadana viene pidiendo hace años al Ayuntamiento de Avilés la modificación del Plan General de Ordenación, para que cambie la calificación actual de los terrenos ("zona de servicio portuario") a "zona de interés para la restauración ambiental", y también que promueva su restauración ambiental. Los integrantes de la plataforma están convencidos de que esta restauración supondría un punto de inflexión en el proceso de degradación medioambiental de la ría, que llevaría aparejado un incremento sustancial de la biodiversidad y que este espacio podría convertirse en "un aula al aire libre donde los vecinos podrían descubrir y disfrutar de la riqueza natural". Y además, unas marismas de Maqua restauradas supondrían también "un nuevo e importante elemento de dinamización turística para la comarca", según los partidarios de regenerar a ese espacio.

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