Avilés fue denominada la Atenas de Asturias y también la ciudad de los músicos desde mediados del siglo XIX por la cantidad de artistas que para expresarse lo hacían a través de las notas. Decenas de años después, esa singularidad se mantiene. Avilés tiene un gran potencial en este campo artístico y buena prueba de ello es la existencia de un centenar de agrupaciones musicales dedicadas, exclusivamente, a la música moderna.
Otro apartado merecen los artistas de música culta y tradicional, que se cuentan por decenas. Los negocios hosteleros llevan años aprovechando ese filón, programan conciertos de músicos locales y también foráneos para demostrar que la tercera ciudad asturiana sigue siendo la villa de los músicos. Hasta hace un par de años, la esfera privada, los promotores y los bares eran los impulsores de estos espectáculos semana tras semana. Todo así hasta que la concejala de Cultura, Yolanda Alonso, decidió usar el escenario de la Factoría Cultural como espacio para albergar conciertos y hacer una programación pública musical y periódica. "Soy una enamorada de la música", admite la edil, que ha programado directamente ella algún que otro bolo en el centro cultural del Carbayedo.
El 10 de marzo de 2017 comenzó esa regularidad de espectáculos en la Factoría con el ciclo "Factoría Sound" con un concierto de "Aftermaths" y "The Soulbreaker company" y, desde entonces, sin contar los veranos, no ha parado. "Desde el principio, ofrecimos una oferta de rock, blues, soul y otros estilos a un precio asequible que nos permite conocer otros grupos que vienen de Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Holanda y también españoles, que no pisan la oferta de los bares", destaca la edil de Cultura, que también ha movido hilos para programar conciertos en el teatro Palacio Valdés, donde han actuado "Los Secretos" de la mano del promotor avilesino Béznar Arias o José Mercé, Pokey Lafargue que vinieron por mediación municipal como ocurrió con la voz de Beth Hart en noviembre.
Alonso considera que el esfuerzo de su área ha permitido que el Ayuntamiento se acerque a un público "al que no se estaba llegando". Tal es el impulso que ha dado la Factoría Cultural, principalmente, que promotores privados han llamado a la puerta de Cultura para ofrecer sus artistas. Omar Fernández es un promotor gijonés. Observa que el Ayuntamiento de Avilés "apuesta por música diferente y de calidad que huye de la escena comercial".
Se refiere a la Factoría Cultural. "Los conciertos se llenan con blues, rock, y americana. Los grupos se van contentos, el escenario está bien, la acústica es buena, tiene un tamaño idóneo para 150 personas y además, los músicos están encantados porque es fácil descargar sus equipos dado el espacio y la cercanía con la puerta de salida del local", destaca Fernández. Para José Antonio Fernández, de la revista 'The Box Fm", que ha hecho no pocas críticas y crónicas de conciertos en la Factoría Cultural, "la música está resurgiendo en espacios como este" ante el "erial" que supone Oviedo y Gijón músicalmente hablando. "Es una de las salas mejor equipadas del norte de España y ofrece música en directo, variada", señala.
La oferta musical de la Factoría Cultural volvió en otoño con los conciertos del ciclo Factoría Sound. Hasta la fecha, han tocado "Dewolff", que fueron los primeros de la nueva temporada, Luke Winslow le cogió el testigo, Bob Wayne continuó el ciclo. El Palacio Valdés vibró con el espectáculo a cargo de Beth Hart hace una semanas y lo volverá a hacer en abril de 2019 con el concierto de Glenn Hugues con el repertorio clásico de "Deep Purple". "El Palacio Valdés se ha convertido en un imán para atraer a los grandes grupos", concluyó la concejala de Cultura, que añadió: "Con estos conciertos, Avilés se coloca en el mapa del rock y desde lo público".
