Myriam MANCISIDOR

Cáritas Internationalis defendió en los primeros meses de este año ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) el acceso a la vivienda digna y adecuada para las personas más vulnerables. La realidad que afecta a muchos avilesinos a este respecto es complicada por distintos motivos. "Es difícil que se alquilen pisos a personas beneficiarias del salario social, los propietarios de las viviendas reclaman nóminas, un salario mínimo", precisa la responsable de Cáritas en Avilés, Sonia Artime. No solo eso.

"Los precios de los pisos son elevados y en Avilés apenas hay diferencia de precio entre viviendas buenas y malas, en el centro o en el extrarradio", puntualiza. Otra dificultad con la que se encuentran los posibles inquilinos es la escasez de habitaciones en pisos compartidos y el elevado precio de las mismas, que en Avilés rondan los trescientos euros. A esto hay que sumar, según la responsable de Cáritas en la ciudad, los problemas de empadronamiento que lleva parejo alquilar una habitación con derecho a baño y cocina tanto para el arrendador como para el inquilino.

"Existe el programa 'Avilés alquila' y está bien, pero volvemos a lo mismo: sin un salario mínimo no se hace nada. Por este motivo, es un programa que se queda cojo para quienes realmente necesitan acceder al mercado de la vivienda", añade Artime. A su modo de ver, que las personas sin suficientes recursos económicos puedan entrar de alquiler en una vivienda es harto complicado. "Aunque el salario social es un ingreso fijo no suele servir a lo que hay que sumar que encontrar un piso en condiciones de habitabilidad es muy complicado, un problema". Los pisos que se ofrecen más económicos suelen tener problemas de humedades, reconoce Artime. Son las secuelas de la crisis económica.

Respecto a las habitaciones compartidas con derecho a cocina, los posibles inquilinos se encuentran siempre con la misma traba: el alto precio. Unos ejemplos extraídos de diferentes portales web de anuncios entre particulares: en Puerta de la Villa, por ejemplo, piden 250 euros al mes por una habitación; en Molleda (Corvera) solicitan 290 euros al mes por una cama en un chalé y en El Quirinal piden 320 por los mismos servicios.

Cáritas del Arciprestazgo de Avilés atendió a lo largo del año 2017 a 2.163 personas, un 19 por ciento menos que el ejercicio anterior, y destinó 401.032 euros a la mejora de la calidad de vida de estos demandantes de ayuda, según se desprende de la memoria de la entidad, presentada hace meses.

En cuanto al número de familias que recibieron apoyo de la organización no gubernamental dependiente de la Iglesia ascendió a 846. De éstas, 263 llegaron el año pasado por primera vez a Cáritas. Otro dato a destacar es que un total de 205 núcleos familiares llevan más de un año siendo atendidas y 158 más de dos, resaltaron ayer los representantes de Cáritas en Avilés, durante la presentación de la memoria de 2017. En el año 2016 las familias acompañadas por Cáritas habían sido 953 (un 7 por ciento menos que el año anterior), y 394.287 los euros invertidos.

Sonia Artime hace una lectura similar del año en curso: "No son años fáciles". "Hay mucha cronicidad, situaciones complicadas que se van alargando en el tiempo". Artime pide a los Reyes Magos "ayudas y voluntarios". "En muchas parroquias los equipos se están haciendo mayores y se necesitan nuevas manos", concluye, al tiempo que valora las diferentes campañas que se han puesto en marcha con vistas a la Navidad como, por ejemplo, la de San Nicolás, que comienza el lunes día 17 de diciembre.