Manuel Barba Morán, el abogado que representa los intereses de las 23 familias del Nodo a las que la cofradía de pescadores "Virgen de las Mareas" -propietaria del poblado- quiere desahuciar en caso de que no acepten una subida de renta y la firma de un nuevo contrato, ya tiene un asidero para tratar de bloquear las demandas que la entidad pesquera ha empezado a presentar en el Juzgado.
"La cofradía" -asegura el abogado- "sigue sin aportar las actas del cabildo y de la junta general correspondientes a las reuniones de enero y marzo del 2017 en las que, supuestamente, se adoptaron esas decisiones (las referidas al inicio de acciones para subir las rentas). Sólo se ha aportado un acta del cabildo de septiembre de 2017 en la que la cofradía fundamenta ahora su demanda, pero no la de la Junta General que ha de ratificar esa decisión".
A juicio de Barba Morán, "de nuevo se comete una irregularidad formal, por lo que he interpuesto una excepción procesal por falta de legitimación para ejercitar la acción, además de contestar a las demandas, lógicamente oponiéndose a las misma". La importancia de que esas actas consten en el proceso resulta relevante para Barba Morán toda vez que su no aportación hace suponer su inexistencia.
"Sospechoso"
La falta de aportación de esas actas es "muy sospechosa" a ojos de los afectados por la amenaza de desahucio y en un proceso anterior también relacionado con las viviendas del Nodo ya había motivado la suspensión de las actuaciones. "Ni siquiera a los pescadores que están en activo y son socios, sin discusión, se les comunica cuando se reúnen el cabildo o la junta general; tampoco el resultado de esas reuniones al efecto de que puedan ejercitar las acciones oportunas como socios. No es como para fiarse", afirma el letrado.
Barba, confiado en que el juez admita la excepción procesal relativa a la ausencia de las actas, trae a colación una conocida locución latina que se utiliza en el Derecho Procesal: "quod non est in actis non est in mundo"; es decir, "lo que no está en el expediente, no existe en el proceso".
El portavoz de los vecinos del Nodo reitera que "nadie se niega a una actualización de las rentas, pero este asunto se debe afrontar teniendo en cuenta la situación económica y personal de cada familia. Negociar, una palabra con la que a la cofradía se le llena la boca, no es tratar de imponer tu postura inicial sin ceder un ápice, como ocurrió este verano en el fallido intento de solución extrajudicial de este conflicto. Y si las puertas siguen abiertas, como ha manifestado el patrón mayor en LA NUEVA ESPAÑA, ¿por qué cierran unilateralmente las negociaciones y emprenden la vía judicial? ¿Por qué no intentan comprender a las familias del barrio y acercarse a su realidad?", se pregunta Barba Morán, enrocado en la defensa del "derecho social" a unas viviendas construidas "por y para los pescadores". Manuel Barba piensa agotar todas las instancias jurisdiccionales antes de que se tengan que abandonar las viviendas. "Será por decisión judicial o no será", afirma.
