El comisario de la Policía Nacional en Avilés, José María Esteban Corral, de 60 años, apura sus últimas horas como mando policial en la ciudad entre la satisfacción por el deber cumplido, el deseo de que el empeño puesto en prestigiar la labor del cuerpo perdure en el futuro y la ilusión por el nuevo reto profesional que le ha sido asignado: hacerse cargo de la coordinación de las tres comisarías de Lugo, ubicadas respectivamente en la capital gallega, en Viveiro y en Monforte de Lemos.

En su carta de despedida a los funcionarios de la comisaría de la calle Río San Martín, el jefe policial expresa su deseo de que "el año que viene sigáis unidos para que la comisaría funcione correctamente y el prestigio del Cuerpo Nacional de Policía siga creciendo". Así mismo, les agradece "la colaboración prestada durante estos casi dos años (Esteban Corral tomó posesión del cargo de comisario el 15 de febrero de 2017) para que se cumplieran todos los objetivos que nos propusieron la Dirección General y la Jefatura Superior".

En declaraciones a este diario, José María Esteban hizo extensivo su agradecimiento a "todos los estamentos de la sociedad avilesina, las instituciones locales y demás cuerpos de seguridad pues las relaciones con todos ellos han sido fluidas y fructíferas, lo mismo que muy positiva la forma en que se han volcado para ayudar a cumplir los objetivos establecidos".

En opinión del comisario, "se ha dado un impulso fuerte a planes de cooperación que implican la participación de agentes sociales e institucionales, y ese es a mi juicio el camino para mejorar tanto en materia de orden público como la imagen del cuerpo. La sociedad no puede dar la espalda a la policía, porque sin su apoyo no somos nada; y la policía debe dejar atrás aquella antigua imagen de 'entidad secreta' que la alejaba de los ciudadanos. La verdad es que mi trabajo ha sido especialmente gratificante en Avilés por la colaboración que he encontrado y que agradezco sinceramente".

Un descenso generalizado de los delitos, un mayor porcentaje de resolución de los mismos y la "pacificación" de la plantilla policial, que a su llegada a Avilés estaba quejosa por las condiciones de trabajo y a escasez de personal, constituyen los logros que se reconocen de modo unánime a Esteban Corral.

El interesado comparte los méritos de todo lo anterior con sus colaboradores y con el funcionariado policial, si bien no tiene reparos en hacer autocrítica -"aún quedan vacantes por cubrir en la comisaría, la situación ha mejorado algo pero no es la ideal"- y advertir que cierto tipo de delincuencia trae en jaque a los policías: "El perfil de la delincuencia local es de pequeña escala, pero están creciendo sin parar las estafas por internet. Esa nuevas formas de delito, especialmente complejas de perseguir, lastran nuestra eficacia en términos generales".